El calor infrarrojo está en auge como un método innovador para calentar espacios, tanto en saunas como en clases de ejercicios, y promete una serie de beneficios sorprendentes, desde el alivio del dolor crónico hasta la reducción del estrés. A diferencia de los sistemas de calefacción tradicionales, que calientan el aire, la tecnología infrarroja utiliza ondas electromagnéticas para calentar directamente objetos, incluido el cuerpo humano, creando una sensación de calor más penetrante.

Brooke Alexandra, instructora de Pilates y propietaria de Reforming Foundations Pilates and Wellness en Michigan, comenzó a experimentar con la calefacción infrarroja cuando utilizó una sauna para aliviar los síntomas de la enfermedad de Lyme. "Al empezar a hacer pilates suave en la sauna, noté mejoras en mi movilidad y articulaciones", comenta entusiasmada.

Motivada por estos resultados, implementó la calefacción infrarroja en sus clases, y sus estudiantes reportaron mejoras en el sueño, la energía, la claridad mental y la concentración, además de una notable disminución del dolor en las articulaciones.

Aunque algunas de estas afirmaciones requieren más investigación, diversos estudios indican que la luz infrarroja puede proporcionar beneficios reales cuando se utiliza adecuadamente. Aquí tienes lo que necesitas saber sobre la terapia de luz infrarroja.

¿Qué es el calor infrarrojo?

La luz infrarroja se clasifica en tres longitudes de onda: lejana, media y cercana. Algunas saunas infrarrojas incluyen las tres longitudes, pero todos los calentadores emiten ondas electromagnéticas que calientan directamente los objetos. La luz infrarroja cercana se utiliza a menudo para tratar heridas y problemas cutáneos, mientras que el infrarrojo lejano se aplica en saunas y clases de Pilates y yoga, penetrando hasta 4 centímetros en la piel, lo que sugiere que tiene impactos más profundos sobre las células inmunitarias y estructuras internas del cuerpo.

Aplicaciones médicas del calor infrarrojo

No se trata solo de una moda: el calor infrarrojo también se utiliza en varias aplicaciones médicas, con un respaldo creciente sobre sus beneficios. David Ozog, presidente del departamento de dermatología de Henry Ford Health, destaca que ensayos clínicos han demostrado que la luz roja e infrarroja cercana pueden estimular el crecimiento capilar, acelerar la cicatrización de heridas y aliviar el herpes labial. Además, se ha vinculado el uso de calor infrarrojo a la relajación muscular, al alivio de la fibromialgia e incluso a mejoras cardiovasculares.

La respuesta del cuerpo al calor es clave para entender estos beneficios. Cuando cualquier área del cuerpo se calienta, el flujo sanguíneo aumenta, lo que proporciona nutrientes y oxígeno. Según Robert Griffin, profesor del Instituto de Cáncer Rockefeller, esto también eleva la función inmunitaria, lo que podría llevar a aumentos en la inmunidad similares a inducir fiebre.

Investigaciones recientes sugieren que las saunas infrarrojas podrían ser prometedoras para la salud mental. Un estudio reveló que las sesiones combinadas de sauna infrarroja con terapia cognitivo-conductual mostraron reducciones significativas en los síntomas de depresión.

¿Es seguro el calor infrarrojo?

El uso de saunas de infrarrojo y clases de ejercicios es usualmente seguro para la mayoría de las personas, aunque siempre es recomendable consultar a un médico antes de probar nuevos tratamientos, especialmente si estás embarazada o propenso a la deshidratación. Es crucial recordar que los resultados pueden variar en función de factores como la temperatura y la duración de la sesión.

En resumen, el calor infrarrojo no solo está de moda, ¡podría ser la respuesta que estabas buscando para mejorar tu bienestar físico y mental! Consulta con tu médico, realiza tu investigación y prepárate para experimentar los potenciales beneficios de esta innovadora terapia.