El año cuadrado que no será perfecto: ¿Estamos listos para el caos?
2025-01-04
Autor: José
En el horizonte se vislumbra un año que podría no ser tan redondo como esperábamos. La historia de la humanidad está repleta de predicciones y profecías, desde Nostradamus hasta los matemáticos y sus números mágicos. Sin embargo, ¿quién de nosotros podría haber imaginado el descalabro que representa un cuadrado perfecto en un liado mundo actual?
Este 2024, al considerarse como el año cuadrado (es decir, 45x45), nos invita a reflexionar. El último año que tuvo esa característica fue 1936 y, si miramos hacia atrás, no fue un periodo fácil. ¿Estamos preparados para enfrentar nuevos desafíos o nos dejaremos llevar por las polémicas del día a día?
Ya hemos visto que el nuevo año comienza con disputas triviales. Las controversias mediáticas que nos distraen parecen ser una constante en nuestra realidad. La crítica a la vestimenta “exótica” de ciertos personajes del espectáculo como un símbolo de reivindicación es solo un ejemplo de cómo el marketing puede transformar una situación banal en un foco de atención.
Debemos preguntarnos, sin embargo, si el verdadero valor del año cuadrado radica en la posibilidad de una nueva esperanza o, por el contrario, en el aumento de divisiones en nuestra sociedad. La polarización se ha intensificado, llevándonos a discutir sobre temas irrelevantes mientras problemas graves continúan sin resolverse: la salud, la educación y el cambio climático, por nombrar algunos.
En una era donde todo parece ir descontrolado, es imperante recordar que la risa puede ser un poderoso antídoto. En la comedia, existe una forma de conectar y cuestionar las normas, incluso aquella que rodea la religión y la tradición. El humor es un medio para reencontrarnos como sociedad y enfocar nuestras frustraciones en algo positivo, en vez de dejarnos llevar por la ira o el miedo.
Sin embargo, hay que subrayar que el tema de la libertad de expresión sigue siendo crítico. Debemos ser capaces de burlarnos de nosotros mismos y de los símbolos que nos rodean sin que esto conlleve la censura. El humor, cuando es genuino, debería ser un puente que nos una y no una catapulta que nos divida aún más.
Así que aquí estamos, al borde de un año cuadrado que promete todo menos ser perfecto. La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿podremos encontrar algo positivo en medio de la confusión y el ruido? ¿O simplemente continuaremos atrapados en nuestro propio drama? Solo el tiempo lo dirá. Les deseo un buen año cuadrado, pero que el resultado no sea solo un año más de redondez en la vida cotidiana, sino que, a su vez, se convierta en una oportunidad para reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestros vecinos.