Una historia desgarradora ha llevado a un insólito conflicto judicial en Vigo, donde una madre trabajadora de Stellantis y su hija de 13 años han tomado medidas legales contra la compañía. La madre solicitó una adaptación de su jornada laboral tras la trágica muerte del padre de la menor, después de haber estado en una custodia compartida. Esta situación las ha convertido en una familia monoparental, enfrentándose a un momento emocional muy complejo.

Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) dictó una resolución que le concedió a la madre el horario que había solicitado, además de una indemnización de 2.800 euros —menos de lo que habían exigido, que era 15.000 euros. Sin embargo, el tribunal no aceptó la participación de la hija en el proceso, negando así su derecho a una compensación por la supuesta vulneración de sus derechos como menor.

La innovadora propuesta de que la hija formara parte del proceso legal provino del abogado Javier de Cominges, del despacho Zeres. El letrado argumenta que la menor está plenamente consciente de la difícil situación que enfrenta su madre y del daño que implica la negativa a adaptar su horario laboral. De Cominges está convencido de que la joven tiene "un interés legítimo" en este procedimiento.

Por su parte, Stellantis ha recurrido ante el Tribunal Supremo, argumentando que la inclusión de menores en este tipo de reclamaciones podría llevar a una proliferación de demandas basadas en la relación de trabajo de sus padres, complicando aún más el panorama legal.

Lo que se ha decidido hasta ahora es a favor de la madre. Si el Supremo no revierte la decisión, podrá disfrutar de un horario de trabajo matutino que le permita pasar más tiempo con su hija por las tardes. La mujer contaba desde 2012 con una reducción de jornada por el cuidado de su hija, pero el diagnóstico de una enfermedad grave en el padre en marzo de 2022 complicó las cosas.

Tras la muerte del padre en abril de 2023, la empresa notificó a la madre que debía regresar a su horario anterior, lo que implicaría que apenas podría ver a su hija durante la semana. Ella, siendo también representante sindical por la CUT, insistió en el cambio de su horario, pero la empresa se opuso citando su plan de igualdad.

La madre argumentó que la reciente modificación del Estatuto de los Trabajadores le daba derecho a solicitar una adaptación de su jornada para la conciliación, dado que su hija necesitaba cuidados especiales y se encontraba en una situación de duelo.

Aunque la empresa argumentó que la ley requiere que la persona a cargo no pueda valerse por sí misma, los jueces han destacado que solo se necesita demostrar "necesidades de cuidado". Este llamativo caso seguirá generando atención mediática y podría sentar un precedente en la lucha por los derechos de conciliación familiar en España.