El Getafe, que se mostró desafiante en los primeros minutos, rápidamente se volvió un equipo apagado, incapaz de reaccionar a un fatídico gol de Douvikas en el minuto 7. Su entrenador, José Bordalás, se encontró sin respuestas ante la falta de llegadas al área contraria, con solo un tiro de Luis Milla como aproximación seria, que terminó yéndose alto. Este gol tempranero no solo afectó la moral del equipo, sino que obligó a Bordalás a realizar cambios estratégicos cuando se produjo la lesión de Djené, sustituido por Berrocal a media hora del juego.

En el Estadio Balaídos, donde se guardó un minuto de silencio en protesta por los horarios de LaLiga, el Celta comenzó a mostrar destellos de su buen fútbol, gracias a la magia de Iago Aspas y Óscar Mingueza. Aspas, con su visión y técnica, realizó un magnífico centro que permitió a Douvikas, en el segundo palo, adelantarse a la defensa para abrir la cuenta en el marcador. Aunque el Celta continuó buscando más goles, un tiro de Douvikas fue bien defendido por David Soria, quien mantuvo a su equipo en la lucha. Antes del descanso, Mingueza estuvo cerca de aumentar la ventaja con un potente disparo que lamió el poste.

En la segunda mitad, el entrenador del Getafe, Giráldez, optó por hacer modificaciones para cambiar el rumbo del partido. Javi Rodríguez entró en el lugar de Manquillo, buscando mayor profundidad en ataque. Sin embargo, el guion del encuentro cambió, ya que el Getafe empezó a apretar mientras el Celta se replegaba, provocando la frustración de su técnico.

No obstante, el Celta mostró su capacidad para generar peligro y pudo haber ampliado la ventaja en dos ocasiones. Primero, un remate de Aspas se estrelló en el palo, y luego, Douvikas cabeceó desviado un preciso centro de Mingueza.

Esta victoria refuerza la esperanza del Celta en medio de una temporada incierta, mientras que el Getafe debe encontrar respuestas rápidamente si quiere alejarse de los últimos puestos de la tabla. Ambos equipos miran hacia el futuro, pero el Celta sonríe hoy con la brillante actuación de Douvikas. ¡La lucha por la permanencia está más candente que nunca!