La comunidad de Cerredo está sumida en la tristeza tras la trágica pérdida de varios mineros en un accidente laboral. La capilla ardiente, donde se encuentran los cuerpos, se ha convertido en un lugar de duelo, donde familiares, amigos y compañeros rinden homenaje a los valientes hombres que perdieron la vida en la mina.

La alcaldesa de la localidad ha declarado que «ha sido un golpe irreparable» y ha convocado un día de luto en honor a los fallecidos.

La tragedia ha atraído la atención de los medios de comunicación y ha reavivado el debate sobre las condiciones de trabajo en las minas, con llamados a mejorar la seguridad para evitar que una tragedia así se repita.

Mientras tanto, en Cerredo, el dolor se siente en cada rincón, y las familias afectadas se preparan para el difícil camino de la despedida.

Se planea una vigilia en la plaza central de la ciudad, donde todos podrán expresar su pesar y solidaridad. La comunidad se unirá en un grito de justicia por las víctimas y en la esperanza de que estas tragedias no queden en el olvido.