Valencia enfrenta una crisis sin precedentes debido a la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha traído consigo las lluvias más devastadoras en décadas. A solo cinco años de la pandemia, los valencianos se encuentran nuevamente en una situación crítica, recordando desastres pasados como el de 1957 y la tragedia de Tous en 1982, pero esta vez lo que se presenta es mucho más alarmante y devastador.

La gran incertidumbre radica en si esta situación es un evento aislado o el comienzo de un cambio climático que podría provocar futuros desastres. Lo cierto es que las infraestructuras y protocolos de emergencia mostraron ser insuficientes para manejar la magnitud de esta crisis. La población no estaba preparada para hacer frente a tales inundaciones.

Precauciones esenciales tras la inundación

Salud Pública ha emitido recomendaciones vitales para la seguridad de los afectados, así como para el personal de voluntariado. Entre las más destacadas, encontramos lo siguiente:

✅ Es fundamental el uso de guantes y botas de goma durante las labores de limpieza, además de protegerse nariz, boca y ojos.

✅ Es esencial cortar el suministro de gas y electricidad antes de comenzar a limpiar.

✅ Las personas deben llevar ropa adecuada, incluyendo pantalones y camisas de manga larga.

✅ Ventilar las viviendas abriendo puertas y ventanas; retirar enseres mojados, agua estancada, lodo y barro.

✅ Desinfectar paredes y suelos tras la limpieza.

✅ Si se encuentran cadáveres de animales, se debe minimizar el contacto y utilizar el equipo de protección adecuado, siguiendo las instrucciones de las autoridades competentes.

✅ Niños, mujeres embarazadas y personas con problemas respiratorios o sistema inmunitario comprometido deben evitar participar en las tareas de limpieza.

Solidaridad en acción

El gremio de panaderos de Valencia ha tomado la iniciativa de centralizar las donaciones de pan, recibiendo aportes desde distintas partes de España. Hasta el momento, han preparado más de 80,000 unidades de pan para las áreas más afectadas, donde se estima que más del 15% de los panaderos han perdido sus infraestructuras.

Estado de las infraestructuras

Las autoridades han implementado un plan de trabajo intensivo para reparar las carreteras afectadas. Se ha restringido temporalmente la circulación en las vías V-30 y V-31 para facilitar la limpieza y recuperación del tráfico. También se están realizando trabajos en la A-3 y A-7, donde se han habilitado de emergencia 25 millones de euros para las labores de restauración.

Voluntariado masivo

Miles de voluntarios se han organizado para ayudar a los damnificados. Este fenómeno ha generado una increíble movilización social, donde la imagen de las largas colas de personas dispuestas a ofrecer su ayuda es un símbolo de solidaridad y esperanza. Transportes públicos se están utilizando para llevar a estos voluntarios a las zonas más afectadas.

Los esfuerzos colectivos en unión y solidaridad son un rayo de esperanza en Medio de esta devastación. Si bien la situación es crítica, los valencianos están demostrando su resiliencia y determinación para salir adelante.