Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), en colaboración con la Universidad de Granada (UGR), han sorprendido al mundo médico con un modelo de Inteligencia Artificial (IA) que promete cambiar el enfoque hacia la obesidad infantil. Este revolucionario sistema permite predecir alteraciones metabólicas en niños y niñas que sufren de obesidad, lo que constituye un avance significativo en la pediatría moderna.

El innovador modelo combina datos clínicos y epigenéticos, permitiendo personalizar la predicción de riesgos y anticipar intervenciones que podrían mejorar drásticamente la calidad de vida de estos pacientes, así como disminuir los elevadísimos costos sanitarios asociados. En el marco del proyecto EprObes, se integran datos clínicos tradicionales -como el Índice de Masa Corporal y niveles hormonales de leptina y adiponectina- con nuevos marcadores genéticos vinculados a genes cruciales como HDAC4, PTPRN2, MATN2, RASGRF1 y EBF1.

Una característica clave de esta IA es su capacidad explicativa, lo que facilita a los profesionales de la salud entender su funcionamiento y cómo se procesan las diversas variables. “Esta combinación de datos no solo permite predicciones más precisas, sino que también proporciona una comprensión más profunda de los riesgos metabólicos, haciéndola extremadamente útil en la práctica médica", comenta Álvaro Torres, investigador del área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del CIBER (CIBEROBN).

El estudio revela que niños y niñas que presentan alteraciones metabólicas durante la pubertad ya muestran patrones diferenciados desde etapas previas de su desarrollo. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de intervenciones tempranas para prevenir complicaciones metabólicas a largo plazo, que incluyen diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, cada vez más comunes en la población infantil.

La implementación de este modelo en hospitales podría revolucionar la detección de riesgos metabólicos, permitiendo además la personalización de tratamientos, ya sea mediante intervenciones farmacológicas o ajustes en el estilo de vida. El equipo investigador asegura que este enfoque no solo mejorará la salud de los pacientes, sino que además contribuirá a reducir las comorbilidades asociadas y a aliviar la carga financiera en los sistemas de salud pública.

Este valioso desarrollo ha sido posible gracias a la colaboración entre varias instituciones. El proyecto se ha realizado en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, junto a grupos clínicos de centros como el IDIS de Santiago de Compostela y el IIS de Aragón, que han participado en el reclutamiento de los niños y niñas implicados en el estudio. Además, la iniciativa cuenta con el respaldo financiero del Instituto de Salud Carlos III y del Fondo de Investigación Sanitaria (FIS), así como del programa europeo EprObes.

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