Tecnología

¡Descubre el nombre oculto del teletexto antes de 1990!

2024-09-23

En la España actual, existen brechas generacionales que nos recuerdan tiempos pasados llenos de tecnología que hoy parece arcaica. Para muchas personas, la nostalgia puede surgir al pensar en cómo rebobinábamos cintas de casete con un bolígrafo, o recordando los días de devolver cintas de VHS al videoclub sin haberlas visto.

Para otros, la memoria se remonta a dispositivos como los viejos discman y la colección de DVDs guardados con la esperanza de que nunca quedarían obsoletos, similares a la confianza que algunos tienen hoy en día en sus smartphones, que manejan desde que eran bebés.

Sin embargo, todos estos recuerdos tienen un punto en común: la televisión ha sido, y sigue siendo, el rey de la tecnología en nuestros hogares. Un monarca que, antes de la llegada de internet, ofrecía un primer vistazo a la información más relevante, desde resultados deportivos hasta noticias de última hora, todo a través de un simple botón.

Hablamos, por supuesto, del teletexto, esa increíble herramienta que llegó a España en 1988 y que permitía la transmisión de textos y gráficos mediante un ingenioso sistema que utilizaba códigos de colores y combinaciones numéricas. Con el mando a distancia de la televisión, millones de espectadores podían consultar información de manera sencilla.

Pero, ¿sabías que antes de llegar a ser conocido como teletexto, este sistema tenía un nombre diferente? El teletexto llegó a España en los años ochenta, pero su origen se remonta a los años setenta en Inglaterra. Fue inventado por el británico John Adams para la BBC, una de las cadenas de televisión más prestigiosas del mundo. El nombre original del teletexto era Ceefax, un juego de palabras que podría interpretarse como "ver hechos".

A pesar de los avances tecnológicos como las smart TVs, sorprendentemente, aún hay alrededor de dos millones de personas en España que utilizan el teletexto. Esta herramienta, a menudo subestimada, sigue siendo una fuente de información para muchos. Así que la próxima vez que pienses en los avances tecnológicos, recuerda que el teletexto, y su antiguo nombre, Ceefax, son parte importante de nuestra historia y evolución como consumidores de medios.