La Casa Real Española siempre ha mantenido un manto de misterio en torno a la seguridad de sus miembros, sin ofrecer detalles sobre el número exacto de escoltas que los acompañan o las tácticas utilizadas para protegerlos. Miguel Ángel Alarcón es el jefe de seguridad que trabaja en estrecha colaboración con la Unidad de la Guardia Civil y una Comisaría Especial del Cuerpo Nacional de Policía, cuidando de la seguridad de los Reyes, Felipe y Letizia, así como de sus hijas.

Aunque no existe un protocolo escrito públicamente, el equipo de seguridad está entrenado para mantener una distancia prudente y garantizar que nadie infrinja la 'zona sagrada' de la Familia Real. Esto implica una vigilancia constante y la capacidad de actuar rápidamente ante situaciones potencialmente peligrosas, como se ha visto en varios vídeos analizados por expertos en comunicación no verbal como Jordi Reche.

Uno de los aspectos más críticos de su seguridad es el respeto por su espacio personal, particularmente en lo que respecta a la cintura. En numerosas ocasiones, se han registrado acercamientos no deseados, tanto a la Princesa Leonor como a la Reina Letizia. En tales casos, el equipo de escoltas debe actuar de inmediato, anticipándose a cualquier movimiento de los seguidores o la prensa.

Jordi Reche destaca cómo estos profesionales eliminan rápidamente cualquier mano intrusa que intente tocar a los miembros de la realeza, demostrando su papel fundamental en la protección de la imagen del monarca. Recuerda incidentes internacionales en los que figuras como Kate Middleton han tomado precauciones similares, cambiando de bolso para evitar contacto no deseado.

La seguridad es especialmente crítica durante eventos públicos masivos, donde la multitud puede volverse impredecible. Por ejemplo, en un reciente acto en Paiporta, Valencia, donde se lanzaron objetos a los miembros de la Familia Real, el equipo de seguridad tuvo que intervenir rápidamente, utilizando incluso paraguas como protección y desarrollando un plan de evacuación sobre la marcha.

A diferencia de la Casa Real de los Países Bajos, que ha enfrentado amenazas de secuestro, la familia española ha tenido la suerte de no haber enfrentado situaciones similares. Aún así, esto no significa que su seguridad sea menos rigurosa. De hecho, el Rey Felipe ha tomado medidas adicionales para garantizar que su familia esté a salvo y pueda llevar una vida lo más normal posible.

Es crucial entender que la labor de los escoltas va más allá de proteger físicamente; también tienen el deber de mantener la dignidad y el protocolo que corresponden a la Casa Real. Estos profesionales son el primer filtro ante cualquier eventualidad, y su papel es vital para garantizar que los Reyes puedan cumplir con sus responsabilidades sin temor y con total seguridad.