Mientras la mayoría de las personas celebra la Nochevieja en la calidez de sus hogares, un selecto grupo disfruta de experiencias que muchos solo pueden soñar. Esto se hizo evidente cuando los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos llegaron a la Patagonia argentina para recibir el nuevo año, junto a sus hijas. Este destino no es solo un capricho; es la tierra natal de la Reina Máxima, un lugar lleno de belleza natural y tranquilidad.

El destino elegido por la familia real es la Estancia Pilpilcurá, un lujoso complejo rural situado junto al río Pichileufu, en la provincia de Río Negro. Este espectacular hotel ocupa un área de 1000 metros cuadrados construidos sobre un terreno de 3000 metros cuadrados, lo que lo convierte en un auténtico paraíso privado. Adquirido por la Reina Máxima en 2009, este rinconcito mágico ofrece una experiencia exclusiva combinando lujo y naturaleza.

Cuando no está en uso por la familia real, la estancia funciona como un hotel rural, atrayendo a aquellos que buscan un refugio de paz, lujo y discreción. Con solo cinco habitaciones, el establecimiento promete una experiencia íntima, lejos del bullicio de los destinos turísticos más comunes. Cada habitación está diseñada con un enfoque minimalista, lo que resulta perfecto para los huéspedes que desean escapar de las multitudes.

El hotel también cuenta con un restaurante que celebra la cocina local y de proximidad. Desde desayunos con repostería artesanal hasta menús que reflejan la riqueza de la gastronomía patagónica, los visitantes pueden disfrutar de sabores únicos en un entorno impresionante. “La Estancia Pilpilcurá es el lugar perfecto para quienes desean sumergirse en la naturaleza patagónica mientras disfrutan de una atención personalizada”, promueven en el complejo.

La propiedad ha mantenido su esencia original desde que fue adquirida, pero en 2018, con sus hijas tocando la adolescencia, la Reina decidió realizar una renovación para mejorar su comodidad. Esta renovación incluyó una mejora acústica en las cinco habitaciones en suite, asegurando mayor privacidad para la familia real y sus invitados.

Este refugio no solo es un lugar de descanso; es un símbolo del lujo y la exclusividad en la Patagonia, donde la Reina Máxima ha sabido combinar el amor por su tierra natal con la búsqueda de momentos en familia. ¡No pierdas la oportunidad de conocer el lugar que combina el lujo con la naturaleza en uno de los destinos más impresionantes de Argentina!