¡Descubre cómo el ayuno intermitente a partir de las 5 PM puede transformar tu cuerpo y salud!
2025-01-09
Autor: José
La batalla contra el sobrepeso ha llevado a muchas personas a agotar diversas alternativas. A pesar de que las dietas de restricción calórica han demostrado su efectividad, muchos enfrentan dificultades para mantenerlas a largo plazo, llevándolos a recuperar no solo el peso perdido, sino incluso más. En este contexto surge el ayuno intermitente, una estrategia nutricional que alterna entre periodos de ingesta y ayuno, y que se ha vuelto cada vez más popular por su capacidad para ayudar a perder peso de forma más sostenible.
En nuestro país, es común desayunar entre las 7 y las 8 de la mañana y cenar entre las 9 y las 10 de la noche, lo que permite una ventana de ingesta que varía entre 12 y 14 horas. Sin embargo, volver la ventana de ingesta a solo 6-8 horas, y aumentar las horas de ayuno a 16-18 horas, puede marcar una gran diferencia. Un estudio reciente, llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Granada, la Universidad Pública de Navarra y el CIBER, ha revelado que este enfoque no solo es efectivo para perder peso, sino que también mejora la salud cardiovascular en personas con problemas de obesidad.
La investigación, publicada en la revista Nature Medicine, analizó tres enfoques de ayuno durante 12 semanas:.
1. Ayuno Temprano
donde la ingesta se limitaba de 9:00 a 17:00 horas.
2. Ayuno Tardío
con ingesta de 14:00 a 22:00 horas.
3. Ayuno Autoseleccionado
donde los participantes elegían su ventana de alimentación, que generalmente era entre las 12 del mediodía y las 8 de la tarde.
Los resultados fueron reveladores. Se descubrió que realizar la última comida antes de las 5 de la tarde y omitir la cena es una estrategia muy efectiva para reducir la grasa subcutánea abdominal, la que se acumula justo debajo de la piel. Esto puede resultar especialmente valioso después de la temporada navideña, cuando las excesos calóricos son comunes.
A medida que los participantes seguían esta intervención, también recibían una educación nutricional centrada en la dieta mediterránea y hábitos saludables. Los resultados fueron sorprendentes: aquellos que practicaron el ayuno, ya sea temprano, tardío o autoseleccionado, perdieron entre 3 y 4 kg más de promedio que aquellos que mantenían una ventana de ingesta de al menos 12 horas. El grupo que adoptó el ayuno temprano fue el más exitoso en la reducción de grasa abdominal.
Además, el estudio evaluó los niveles de glucosa en ayunas, utilizando tecnología de monitoreo continuo durante 14 días. Se observó que el grupo que practicó el ayuno temprano experimentó una mejora notable en sus niveles de glucosa, tanto en ayunas como en la noche, en comparación con los otros grupos.
Los investigadores concluyen que el ayuno temprano podría ayudar a optimizar la regulación de la glucosa, lo que podría tener implicaciones significativas en la prevención de la diabetes y en la mejora de la salud metabólica. Como menciona Idoia Labayen, experta de la Universidad Pública de Navarra, "al no comer por la noche, el cuerpo tiene más tiempo para digerir y procesar los nutrientes, lo que ayuda en la regulación de la glucosa en sangre y reduce el riesgo de trastornos metabólicos".
No obstante, es crucial consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier régimen de ayuno, ya que puede no ser adecuado para todos. ¡Explora cómo el ayuno intermitente puede transformar tu vida y poner fin a la lucha contra el peso!