Con más de dos millones de seguidores en Instagram y 500.000 en TikTok, Andrea Vicente se ha consolidado como una autoridad en el ámbito de las relaciones de pareja. Especializada en relaciones afectivas, gestión emocional y autoestima, su decisión de cambiar de la psicología infantojuvenil a la terapia de pareja se debe a una profunda observación: los problemas en las dinámicas de pareja impactan negativamente en los hijos.

"Cuando ayudamos a las parejas a construir vínculos más sanos, mitigamos muchos traumas que se manifiestan más tarde en los niños", destaca Vicente. Su nuevo libro, "Quién bien te quiere te hará feliz", ofrece herramientas para los que enfrentan inseguridades y rutinas en las relaciones de larga duración, especialmente para aquellos que están en la edad madura.

La importancia del amor en la madurez

Vicente subraya que nunca es tarde para abrirse a nuevas conexiones, enfatizando que el amor en la tercera edad puede ser maravilloso. "Las personas mayores suelen tener más claridad sobre lo que quieren y, a menudo, menos presiones externas", añade. Sin embargo, existen retos como el miedo a volver a perder, emociones del pasado, o la idea de que no hay espacio para el amor.

Superando los fantasmas del pasado

Para superar estos lastres, Vicente aconseja aceptar lo vivido con compasión. "Hablar de emociones como la culpa o el rencor es importante, ya sea a través de una terapia o conversaciones sinceras con alguien de confianza". La clave, dice, es no quedar atrapado en lo que ya fue, y en su lugar, aprender a mirar hacia adelante. Esto puede abrir las puertas a nuevas y significativas relaciones.

Consejos prácticos para buscar el amor

Para quienes son solteros en la madurez, Vicente sugiere participar en actividades que disfruten, ampliar círculos sociales, y mantener una actitud curiosa. "Recuerden que el amor puede surgir de maneras inesperadas", enfatiza. Aspectos como el uso de aplicaciones de citas pueden parecer intimidantes, pero Vicente aclara que son solo herramientas; la conexión real y el amor verdadero florecen con el tiempo y la interacción cara a cara.

Gestionando la soledad y el duelo

En cuanto a la soledad, Vicente asegura que puede ser un regalo si aprendemos a disfrutarla. Actividades como unirse a grupos o practicar un hobby son una excelente forma de mantenerse activo. La viudedad, por otro lado, es uno de los momentos más dolorosos, y Vicente recomienda darse permiso para sentir el duelo, hablar con alguien que genere confianza y reconocer que, aunque un amor se ha perdido, la vida continúa y es posible construir una nueva narrativa.

La autoestima como pilar clave

La autoestima juega un papel crucial en la forma en que las personas mayores abordan sus relaciones. Vicente enfatiza que no se trata de buscar la aprobación de otros, sino de reconocer nuestro propio valor. Esto propicia relaciones más libres y auténticas.

Una invitación a reinventarse

"Cuidar la relación es como mantener un jardín: pequeños gestos diarios mantienen la chispa viva", concluye Vicente. Las relaciones de pareja en la madurez pueden cargarse de rutinas monótonas, pero la clave está en reinventarse y generar sorpresa. A menudo, encontrar espacios individuales dentro de la relación puede fortificar el vínculo sin crear dependencia.

En resumen, abrir el corazón a nuevas experiencias y relaciones nunca es tarde. Andrea Vicente nos anima a dar ese paso y a descubrir las sorpresas que la vida puede ofrecernos.