Los drones ucranianos han causado una gran desbandada de tropas rusas en la ciudad de Kupiansk, ubicada en la región de Járkiv. Esta información ha sido confirmada por las propias tropas rusas a través del canal de Telegram Rybar, asociado al Kremlin.

De acuerdo con la revista estadounidense Newsweek, "la actual escasez de tropas y los constantes avances de Rusia a lo largo de la línea del frente en el este de Europa han llevado a las fuerzas de Kiev a depender cada vez más de la tecnología de los drones para contrarrestar la agresión de Moscú". Este cambio estratégico parece estar dando frutos: Rusia tenía planes de apoderarse de Kupiansk, un crucial centro ferroviario que conecta varios puntos estratégicos de la región.

Informes indican que "los videos geolocalizados muestran que las fuerzas rusas se retiraron hace algún tiempo de las afueras de la ciudad, reagrupándose en posiciones fortificadas al norte del asentamiento de Petropavlovka, a unas ocho millas al este de Kupiansk". Hasta el momento, no se han reportado intentos recientes de las Fuerzas Armadas rusas para recuperar el control de la ciudad.

Este avance ucraniano es parte de una tendencia más amplia donde el uso de drones y tecnología avanzada está redefiniendo la guerra moderna. La capacidad de Ucrania para adaptarse y utilizar estos recursos ha sorprendido tanto a sus aliados como a sus adversarios, señalando un posible cambio en la dinámica global de conflictos.

Además, expertos en defensa señalan que la situación en la región podría intensificarse, a medida que las fuerzas ucranianas continúan mejorando sus tácticas y estrategias. El auge de los drones en el conflicto ucraniano no solo ha alterado el curso de la batalla, sino que también está atrayendo la atención internacional sobre la importancia de la tecnología en la guerra moderna.