El Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis recibió una desconcertante llamada el lunes 11 de noviembre, donde se reportó el hallazgo de un cadáver dentro de una cama de bronceado en una sucursal de Planet Fitness, ubicada en el 8707 de Hardegen St.

La víctima ha sido identificada como Derek Sink, un hombre de 39 años con antecedentes de problemas de adicción, quien había sido reportado como desaparecido desde el 8 de noviembre, el mismo día en que entró a la cama de bronceado.

Los investigadores han revelado que la infortunada vida de Sink estuvo marcada por sus luchas personales. Según su familia, él entró a la cama de bronceado el viernes y no volvió a ser visto. Para agravar la situación, se encontró una aguja en la misma habitación, lo que sugiere un posible uso de drogas.

Un testigo que se encontraba en el gimnasio reportó un **olor horrible** al llegar al lugar. Al preguntar al personal de recepción, le aseguraron que todo estaba bien, incluso utilizaron un aromatizante para tratar de enmascarar el hedor. Sin embargo, el olor era apremiante y, poco después, llegaron la policía y el forense, encontrando el cuerpo de Sink que había permanecido allí sin ser detectado durante tres días.

McCall Gosselin, director de asuntos corporativos de Planet Fitness, expresó su profundo pesar por la muerte de Sink. Aseguró que la empresa estaba colaborando plenamente con las autoridades en la investigación del incidente. "La seguridad y el bienestar de nuestros miembros son nuestra máxima prioridad", afirmó Gosselin.

La tragedia ha suscitado un clamor sobre la necesidad de que las cadenas de gimnasios implementen **protocolos más estrictos de limpieza y monitoreo**. La familia de Sink ha pedido que se establezcan listas de verificación para evitar incidentes similares y que se revisen las políticas de supervisión en sus instalaciones.

El local en cuestión cerró el mismo día de la desaparición de Sink a las 21:00 horas y reabrió al siguiente día a las 7:00 horas, sin que nadie notara la presencia del cuerpo. Desde entonces, la policía ha calificado el caso como una investigación de muerte no criminal.

La falta de procedimientos adecuados para revisar las instalaciones y la supervisión en tiempo real ha quedado en el centro del debate. Este desafortunado incidente ha encendido una luz sobre la necesidad vital de seguridad en los lugares que se consideran refugios para el bienestar.

**¿Podría haberse evitado esto?** Preguntas y reflexiones sobre la responsabilidad de las instalaciones de fitness están en el aire, mientras que la comunidad se une en apoyo a la familia de Derek Sink, esperando respuestas y cambios significativos en la política de las cadenas de gimnasios.