La madre de Melany Alejandra M. C., una adolescente de 14 años, recibió ayer el mejor regalo posible: el regreso a casa de su hija, que había estado desaparecida durante diez días en Zaragoza. Melany apareció en su hogar alrededor de las dos de la tarde, lo que llevó a su madre a comunicar de inmediato la buena noticia a la Policía Nacional, la cual había activado una alerta para localizarla.

Afortunadamente, la menor regresó en perfectas condiciones. Durante su desaparición, se supo que había estado acompañada por una amiga de 16 años, quien también es de Zaragoza. Esta amiga no había sido reportada como desaparecida, aunque su madre había denunciado su ausencia en la comisaría días previos, desde la víspera de Nochevieja.

Desde la Jefatura Superior de Aragón se ha confirmado que la alerta por la desaparición de la segunda chica también ha sido desactivada, ya que ella regresó a casa la misma noche. Según los reportes, ambas adolescentes habrían estado viajando por varios municipios, incluyendo Cantavieja, en la provincia de Teruel, lo que ha generado preocupación entre sus familias y en la comunidad.

Con la localización de Melany y su amiga, queda un preocupante panorama, ya que aún se están buscando a otros cinco menores en Zaragoza: Abigail G. J. (desaparecida desde el 18 de noviembre de 2024), José Miguel A. G. (desde el 25 de octubre de 2024), Djamila Ferdous B. (desde el 30 de agosto de 2024), Sonia H. M. (desde el 17 de diciembre de 2023) y Emily V. P. (desde el 19 de mayo de 2023).

En Aragón, actualmente hay 17 personas reportadas como desaparecidas, con la mayoría de las denuncias, un total de doce, registradas en Zaragoza, mientras que las otras cinco provienen de Teruel.

Trágicamente, el mismo día que se celebraba el regreso de Melany, se conoció la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de Araceli Sanz Cantín, una mujer de 77 años de Utebo, desaparecida desde el 3 de enero. Su cuerpo fue encontrado en el Canal Imperial de Aragón, donde la Guardia Civil y familiares habían estado realizando intensas búsquedas. Esta lamentable situación subraya la necesidad urgente de mejorar la seguridad para nuestros jóvenes y crear conciencia sobre los riesgos que enfrentan.

La conmoción que ha provocado esta serie de desapariciones en la comunidad de Zaragoza recuerda a todos la importancia de prestar atención y proteger a nuestros seres queridos. Aunque el regreso de Melany es un alivio, queda trabajo por hacer para garantizar la seguridad de todos los menores en la región.