En palabras del Dr. Alfredo G. Layana, director del Servicio de Oftalmología de la Clínica Universidad de Navarra: “Todos, antes o después, acabamos pasando por el oftalmólogo”. Esta afirmación resalta la creciente importancia de cuidar la salud ocular en una población que cada vez es más longeva. Las consultas oftalmológicas no solo son vitales para la prevención de enfermedades visuales, sino que también ayudan a controlar su progresión.

El Dr. Miguel Ángel Zapata, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, afirma que la salud ocular en España está a la par con la de otros países avanzados. Sin embargo, el reto es considerable, ya que la demanda de servicios de oftalmología crece a medida que la población envejece. Esto significa que médicos e investigadores están constantemente buscando nuevas formas de abordar esta creciente necesidad.

Uno de los avances más significativos en el campo de la oftalmología son los nuevos fármacos que permiten un control más prolongado de enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y el edema macular diabético, reduciendo así la cantidad de inyecciones intraoculares que los pacientes requieren anualmente. Estas innovaciones contribuyen a mejorar la calidad de vida de millones de personas y a disminuir la carga sobre el sistema de salud.

Sin embargo, el envejecimiento de la sociedad también conlleva un aumento en la prevalencia de enfermedades visuales. Actualmente, casi un millón de personas en España sufre algún tipo de discapacidad visual, lo que supone un grave problema de salud pública. La DMAE, el glaucoma y las cataratas son algunas de las enfermedades más comunes asociadas con la edad. A esto se suma el impacto de hábitos de vida poco saludables, que han llevado a un aumento alarmante en enfermedades como la diabetes, que a su vez está vinculada a la retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera.

Además, aunque la alta miopía no es un problema tan serio en España como en otras partes del mundo, las cifras son preocupantes. Se estima que aproximadamente la mitad de la población mundial será miope en un futuro próximo. El Dr. Layana destaca cómo la vida moderna, caracterizada por el aumento del uso de pantallas y la reducción de actividades al aire libre, está contribuyendo al aumento de casos de miopía en los niños, un fenómeno que ha crecido exponencialmente en los últimos años.

La presión asistencial en los servicios de oftalmología ha alcanzado niveles críticos. La saturación provocada por la pandemia ha empeorado esta situación, afectando no solo a la atención especializada, sino también a la atención primaria, donde la falta de recursos ha llevado a un aumento de las listas de espera. En respuesta, los profesionales de la salud están abogando por mejorar los sistemas de atención primaria y limitar la carga de casos que pueden ser manejados por médicos generales.

Las estrategias como el "acto único", que permite que se realice un tratamiento, como una inyección intraocular, el mismo día de la consulta, están surgiendo como soluciones efectivas. Esto busca simplificar el proceso para el paciente, incrementar la eficiencia y disminuir las listas de espera, un reto significativo considerando el incremento de patologías visuales.

En conclusión, a medida que la población dejenvejece, es crucial seguir innovando y empleando nuevas tecnologías, como la teleoftalmología y la inteligencia artificial para la detección temprana de enfermedades visuales, asegurando así una atención más eficiente y efectiva para las generaciones futuras. La salud visual no solo es un asunto médico; es un pilar fundamental para una calidad de vida digna, especialmente cuando las tasas de discapacidad visual están en aumento.