Conseguir una cita con el médico de familia en la Comunitat Valenciana se ha convertido en una verdadera odisea. Según un estudio realizado por Levante-EMV en más de 20 centros de salud, los pacientes enfrentan una espera media de 15 días debido a la saturación de las agendas médicas. Este problema se agrava en un contexto de aumento de casos de gripe, donde muchos ambulatorios incluso han desactivado la opción de pedir cita a través de la aplicación GVASalud. Por el contrario, las demoras son considerablemente menores para consultas pediátricas, donde el tiempo de espera no sobrepasa los cinco días.

Desigualdad en el acceso a la atención

Existen marcadas diferencias en el tiempo de espera entre distintos ambulatorios. Por ejemplo, en el centro de Campamento de Paterna, los pacientes pueden conseguir una cita para el día siguiente, mientras que en Enguera pueden ser atendidos el mismo día. Sin embargo, en otros lugares como el ambulatorio de Plaza Nàpols y Sicilia en Valencia, la primera cita disponible no será hasta el 10 de enero. En el centro Guillem de Castro, los pacientes deben esperar hasta 13 días, y en el Port de Sagunt la espera es de dos semanas, llegando a condiciones extremas en lugares como Alzira II, donde los pacientes tendrán que esperar casi un mes. Además, algunos centros en Mislata y Torrent II no ofrecen la posibilidad de pedir cita, lo que agrava aún más la situación.

Inconvenientes en la asignación de médicos

La experiencia de los pacientes varía enormemente, dependiendo del médico de familia asignado. Una paciente reportó que pudo conseguir una cita para el 24 de enero, mientras que otra enfrentó la desesperante situación de no tener opción alguna para solicitar la cita. "A veces tengo que recurrir a llamar por teléfono o ir directamente para obtener una cita antes, aunque no siempre tengo suerte", relató la primera.

Mientras tanto, los servicios de Urgencias de los hospitales aún no reflejan la escasez de citas médicas. Sin embargo, el Clínico de Valencia presenta un notable colapso, indicando que no han podido ingresar nuevos pacientes desde el lunes pasado. Las autoridades sanitarias justifican esta situación como un hecho normal en esta época del año, debido a que las patologías respiratorias tienden a incrementarse, especialmente en personas mayores.

Crisis estacional de salud en enero

Enero es un mes crítico, pues se incrementa la demanda de atención médica por diversas razones. El regreso a la rutina tras las vacaciones de Navidad, las reuniones familiares y el aumento en la transmisión de virus, así como las temperaturas inusualmente cálidas, contribuyen a este fenómeno. El 7 de enero se convierte en un día clave para solicitar una cita, ya que los centros de salud suelen estar menos concurridos durante las festividades y los horarios se ven reducidos en Atención Primaria.

Esta situación de saturación no es nueva y ocurre cada año, similar a lo que se observa en el verano cuando el personal sanitario está de vacaciones. La subdirectora general de Prevención y Formación de la Salud, Mara Garcés, estimó que la incidencia de la gripe, la COVID-19 y el virus sincitial alcanzaría su punto máximo en enero. "La curva de contagios se dispara a partir de la semana 50 del año", declaró a Levante-EMV, alertando sobre la necesidad de atención médica en estos meses críticos.