Del 'aguanta el dolor' al quirófano: La alarmante normalización del dolor menstrual y su impacto en el diagnóstico de la endometriosis
2024-11-04
Autor: Marta
La vida de muchas mujeres se ve marcada por el sufrimiento silencioso de la endometriosis, una enfermedad que, a menudo, es subestimada y mal diagnosticada. Este es el caso de Irene Atienza, quien fue llevada a urgencias tras años lidiando con dolor intenso y cólicos cada vez que tenía la menstruación. Sus quejas fueron minimizadas, el dolor fue considerado ‘normal’, hasta que un diagnóstico tardío reveló que llevaba 17 años con endometriosis, una condición que afecta a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva.
A medida que la conversación sobre la salud menstrual avanza, se ha puesto de manifiesto que el 40% de las mujeres enfrentan dificultades en su vida diaria debido al dolor asociado con sus periodos. Una encuesta reciente reveló que casi la mitad de las mujeres entre 15 y 49 años utilizan medicación regularmente solo para sobrellevar esos días difíciles. Este dolor no es un simple inconveniente, es un síntoma que puede ser indicativo de endometriosis o adenomiosis, y en muchas ocasiones, las mujeres lo sienten como un peaje que tienen que pagar por tener un aparato reproductor femenino.
Una reveladora investigación de la Sociedad Española de Contracepción indica que una alarmante proporción de mujeres diagnosticadas han esperado más de cinco años para recibir la respuesta que justifique su sufrimiento. Muchos especialistas, como Alicia Hernández Gutiérrez del Hospital Universitario La Paz en Madrid, reconocen que la tardanza en el diagnóstico frecuentemente se debe a la banalización del dolor menstrual, una experiencia comúnmente olvidada o tratada como un mal menor en la salud femenina.
María Isabel Peláez, diagnosticada a los 22 años, recuerda con claridad cómo su lucha comenzó a los 13, con síntomas que la llevaron a urgencias mensualmente. Aunque ha habido avances en la concienciación médica, muchas todavía viven en la sombra de un diagnóstico efectivo. "La dismenorrea severa es un síntoma que a menudo se pasa por alto", señala Hernández. Sin un diagnóstico adecuado, las mujeres pueden sufrir daños a largo plazo, afectando no solo su salud física, sino también su bienestar emocional y su capacidad de llevar una vida plena.
La endometriosis, que se caracteriza por el crecimiento de tejido similar al endometrio fuera del útero, resulta en complicaciones como el dolor crónico y la infertilidad. A pesar de esto, muchas mujeres no buscan ayuda por miedo o la percepción errónea de que el dolor es ‘normal’. El tratamiento, aunque puede incluir anticonceptivos hormonales que alivian los síntomas, no cura la enfermedad. Recientes estudios sugieren que cambios en el estilo de vida, como dietas antiinflamatorias, pueden ayudar a aliviar el dolor, pero se necesita más investigación para entender completamente esta enfermedad debilitante.
Aunque el camino hacia un diagnóstico puede ser escabroso, es crucial que las mujeres aprendan a reconocer los signos y síntomas de la endometriosis. Con diagnóstico temprano, se puede ofrecer asesoramiento sobre fertilidad, lo que permitirá a muchas mujeres planificar su futuro reproductivo sin las sombras del dolor y la incertidumbre. Expertos sugieren la necesidad de una atención más centrada en la paciente, y de un enfoque más compasivo y comprensivo hacia el dolor menstrual.
La historia de Irene y María Isabel es solo una de muchas que subrayan la necesidad urgente de derribar los tabúes que rodean la salud menstrual y la importancia de no normalizar el dolor. A medida que se avanza en la investigación sobre la endometriosis, se hace evidente que se necesita una mayor sensibilidad y atención hacia las experiencias de las mujeres, para que futuras generaciones no tengan que sufrir en silencio.