El anhelo por un Tesla asequible ha sido un fenómeno que ha cautivado a millones de aficionados y potenciales compradores durante años. Sin embargo, la historia detrás del Tesla de 25.000 dólares ha estado llena de promesas rotas, engaños y giros inesperados que desembocan en una reciente declaración de Elon Musk, que calificó esta idea como "absurda" y "sin sentido".

¿Qué significa esto para el futuro del automóvil? El Tesla de 25.000 dólares no solo simboliza las luchas para crear vehículos eléctricos accesibles, sino que también refleja las tensiones entre dos visiones divergentes dentro de la compañía: la ambición de un futuro completamente autónomo frente a una transición más gradual que permita el control humano.

Todo comenzó en 2020, durante el día de la batería, donde Musk, con gran optimismo, prometió un coche eléctrico de 25.000 dólares para 2023, confiando en que los avances en tecnología de baterías lo harían posible. Declaró con seguridad: "Creemos que podemos fabricar un vehículo eléctrico muy atractivo por 25.000 dólares que será completamente autónomo".

No obstante, a medida que avanzaba el proyecto, las tensiones internas comenzaron a surgir. La biografía de Musk escrita por el autor Walter Isaacson reveló las disputas dentro de la compañía, con Franz von Holzhausen, el diseñador jefe, abogando por un automóvil más tradicional, que incluya volante y pedales, en contraste con la visión de Musk que priorizaba el desarrollo de un robotaxi totalmente autónomo.

En un intento de llegar a un entendimiento, en septiembre de 2022 se estipuló un compromiso aparentemente razonable: el desarrollo de ambas versiones. Sin embargo, todo cambió drásticamente en abril de 2024, cuando se confirmó que Tesla había decidido descartar la idea del coche manual, es decir, la visión original del Tesla asequible.

En la última presentación de resultados, Musk finalmente acabó con toda esperanza sobre la producción del Tesla de 25.000 dólares en su versión convencional, reafirmando su enfoque hacia el Cybercab, el robotaxi sin controles que sugiere un cambio radical en la forma en que pensamos sobre el transporte.

La nueva dirección de Tesla promete un coche "de menos de 30.000 dólares" (con descuentos y ayudas incluidas), diseñado con la conducción totalmente autónoma como la norma. Musk continúa su visión de un futuro donde los coches eléctricos y autónomos dominen el paisaje automotriz, y los vehículos de combustión se vean obsoletos, como si estuviéramos montando a caballo en vez de utilizar un coche moderno.

Mientras tanto, el mundo se pregunta: ¿Estamos listos para aceptar esta nueva era del transporte donde los vehículos sin volante y sin pedales sean la norma? Tesla no solo está cambiando la industria automotriz, está redefiniendo cómo concebimos la movilidad en pleno siglo XXI.