¡Increíble pero cierto! Veinticinco años después de su primera hazaña, el nadador español David Meca volvió a enfrentarse a las peligrosas aguas que separan la famosa prisión de Alcatraz de San Francisco. Este lunes, Meca completó con éxito el reto que lo lanzó a la fama en 1999, y lo hizo con estilo y determinación.

"Todo ha ido perfectamente", afirmó Meca en una conversación telefónica con EFE, derrochando satisfacción y alegría. A sus 50 años, decidió regresar a Alcatraz no solo por una apuesta con amigos, sino también por un sentido de orgullo personal. Este emblemático reto originalmente simbolizó una protesta contra una sanción por dopaje de la que Meca siempre ha defendido su inocencia.

La travesía no fue sencilla. Con un recorrido de 6 kilómetros, el ex campeón mundial se aventuró aún más y nadó un total de 7,9 kilómetros en menos de dos horas. "No solo he cumplido con el reto, sino que he llegado hasta el Golden Gate y luego a tierra firme. Hicimos más metraje para demostrar que estoy en forma", explicó entre risas.

Sin embargo, Meca no ocultó las dificultades que encontró: las frías aguas del Pacífico, que rondaban los 14 grados, y las desafiantes corrientes. La niebla incluso obligó al nadador a posponer su partida hasta el mediodía. "Al final mejoró y pude continuar", señaló.

En un tono más ligero, Meca también hizo alusión a los temidos tiburones de la Bahía de San Francisco. "Menos mal que me avisaron de los tiburones después de la travesía. Se han avistado varios tiburones blancos en la zona recientemente, pero no vi ninguno durante mi nado", bromeó, aliviado.

Este histórico desafío de Alcatraz en 1999 fue solo el inicio de las innumerables gestas que Meca ha logrado a lo largo de su carrera, convirtiéndolo en un ícono de los retos imposibles en el deporte. También es digno de mencionar que Meca fue campeón del mundo en natación de larga distancia en múltiples ocasiones (1998, 2000, 2005) y ocupó el número 1 en el ranking mundial de larga distancia en cuatro ocasiones, consolidando su estatus como uno de los mejores nadadores del mundo.

Sin duda, la determinación y perseverancia de David Meca inspiran a todos, y su última hazaña añade un nuevo capítulo emocionante a su legado deportivo. ¡El océano no puede detener a este nadador valiente!