Ciencia

¡Cuidado! ¿Tu hijo empieza a pegar? Aquí te contamos cómo gestionarlo como un experto

2025-08-30

Autor: David

Entender la agresión infantil: Un reto común

Entre los 2 y 5 años, es normal que los niños caigan en peleas, empujones y hasta insultos. Estos comportamientos pueden dejar a muchos padres confundidos y preocupados. ¿Qué hacer cuando tu hijo pega? Los expertos en crianza positiva afirman que la clave está en la comprensión. En esta etapa, los conflictos son parte del aprendizaje social; los niños empiezan a explorar el control de su fuerza y las emociones de los demás.

Las peleas: Un aprendizaje esencial

Las riñas entre niños no son solo conflictos; son una forma de entender el mundo. Según la psicóloga Cristina Cortés, las interacciones son inofensivas y necesarias para que los pequeños se familiaricen con el impacto de sus palabras y acciones. Sin embargo, cuando la intención es herir, los padres deben intervenir, enseñando a los niños a empatizar.

El desafío de la expresión emocional

Es común que los niños, al carecer de vocabulario, desahoguen su frustración a través de la agresión física. En esta etapa de desarrollo, aprender a comunicarse y gestionar emociones es fundamental. A medida que crecen, entre los 6 y 8 años, deberían comenzar a resolver conflictos de manera más pacífica, optando por el diálogo en lugar de los golpes.

¿Cuándo la agresión se convierte en un problema?

Si después de los 8 o 9 años la agresividad persiste, es vital investigar qué emociones están detrás de esta conducta. Factores como el acoso escolar o el uso excesivo de pantallas podrían estar intensificando su frustración y, por ende, su comportamiento agresivo. Es esencial brindarles herramientas para manejar estas emociones.

Consejos para padres: La calma es clave

La psicóloga Angélica Joya resalta la importancia de mantener la calma al enfrentar estos episodios. Cuando un niño usa palabras inapropiadas, es fundamental reaccionar de manera tranquila y natural, como si se tratara de un tema cotidiano. Reaccionar con excesiva severidad puede, irónicamente, provocar que el comportamiento se repita.

Conclusiones: Educar con empatía y comprensión

La crianza positiva promueve una educación basada en el respeto y la empatía. Es fundamental entender que la agresión en los niños es una fase natural del desarrollo. Con las herramientas adecuadas y una buena comunicación, podrás ayudar a tu hijo a expresar sus emociones de manera saludable y constructiva.