
¡Cuidado! El verdadero peligro en la economía de EE. UU. no está en la bolsa, sino en los bonos
2025-08-31
Autor: Laura
Todo comenzó con un explosivo anuncio en las redes sociales. Donald Trump destituyó a Lisa Cook como gobernadora de la Reserva Federal, acusándola de fraude hipotecario. Sin embargo, Cook ha respondido con firmeza, negándose a renunciar y llevando el caso a los tribunales, argumentando que el presidente no tiene la autoridad para despedir a un miembro del banco central.
La reacción en los mercados ha sido inquietante. Mientras la bolsa permanecía estable, el mercado de bonos registraba movimientos alarmantes. Los rendimientos de los bonos a dos años bajaron, pero los de 30 años se dispararon, alcanzando casi el 4.9%. Esto indica que los inversores están anticipando una Reserva Federal más permisiva a corto plazo, pero alarmantemente inflacionaria a largo plazo.
Expertos de firmas como Evercore ISI advierten que aún no se ha considerado todo el riesgo asociado a la posible pérdida de independencia de la Fed. Esta situación podría resultar en alteraciones profundas en la función del banco central, llevando no solo a un cambio de estilo, sino a una transformación estructural en el núcleo del sistema financiero estadounidense.
¿Un cambio legal que sacude la economía?!
La batalla legal de Lisa Cook ha frenado temporalmente la interferencia presidencial, pero ya se sienten sus efectos. El dólar ha caído frente al euro, el oro ha visto un aumento notable, y los bonos a largo plazo reflejan el temor a que un nuevo equilibrio de poder en la Fed signifique menos control en la lucha contra la inflación.
La Fed ha mantenido sus tipos de interés sin cambios desde diciembre pasado, lo que ha alimentado la frustración de Trump. Ha culpado al presidente de la Fed, Jerome Powell, de obstaculizar la recuperación económica y ha comenzado a infiltrar su propio equipo, designando a aliados como Stephen Miran, quien ya tiene derecho a voto.
Este potencial cambio de mayoría genera una gran inquietud en el mercado. Si Trump logra reemplazar a Cook, podría tener el control del Comité de Mercado Abierto. Esto podría permitir recortes agresivos en las tasas, incluso si la inflación sigue en aumento, un escenario que no se ha visto desde antes de la Gran Recesión en 2007.
Los bonos hablan más alto que las acciones
Recientes acontecimientos demuestran que los bonos son más efectivos en detectar riesgos sistémicos. A pesar del entusiasmo en índices como el Nasdaq y el Dow Jones, la deuda soberana lanza un claro aviso: si la Fed pierde autonomía, el dólar podría perder su estatus como activo refugio.
Además, la incertidumbre afecta más que solo a los mercados. En EE. UU., los costos hipotecarios dependen en gran medida de los bonos a 10 años. Si estos rendimientos aumentan, tanto familias como empresas sentirán el golpe, significando que, aun con recortes de tasas oficiales, las hipotecas no disminuirán.
La reputación en juego de la Reserva Federal
La posible "politización" de la Fed ya está afectando flujos de capital. Algunos fondos están aumentando su exposición a activos refugio como el oro, mientras que otros prefieren reducir la duración de sus carteras de renta fija, anticipando un entorno más volátil y menos predecible.
Esta vez, no ha sido la bolsa la que ha enviado la señal de alerta. Han sido los bonos, advirtiendo que el mayor riesgo es perder la credibilidad institucional. En juego está más que solo una silla en el consejo de gobernadores; está en juego la reputación de uno de los cimientos del orden financiero mundial.
La sombra de incertidumbre sobre la Fed
A medida que se acerca la crucial reunión del 17 de septiembre, la presión sobre Powell es palpable. Aunque ha mantenido un perfil cauteloso y ha reconocido que los riesgos han cambiado, enfatiza que la política monetaria no debe someterse a ciclos políticos.
En esta nueva dinámica, el foco no está en las grandes tecnológicas o en los resultados trimestrales. La atención está ahora en cómo se redefinirá el poder dentro de la Fed y cómo eso puede alterar las reglas del juego.
Los mercados han tolerado numerosos impactos en las últimas décadas, pero lo que menos pueden soportar es la pérdida de confianza en sus instituciones fundamentales. La Fed ha sido un ancla en tiempos inciertos, pero hoy esa ancla comienza a moverse, y los bonos son los primeros en escuchar su ruido.