La pérdida de la visión trae consigo la necesidad de aprender nuevas habilidades y adaptarse a una nueva forma de vida. Muchos afectados, como Luz Galván, de 75 años y diagnosticada con degeneración macular asociada a la edad (DMAE), han encontrado formas creativas para sobrellevar su día a día. Luz nos comparte que utiliza pegatinas con dibujos en relieve en los electrodomésticos, aplicaciones móviles que leen mensajes en voz alta, y prefiere los audiolibros a la lectura convencional. 'Se trata de ser autónomos y llevar una vida normal dentro de las limitaciones', afirma con optimismo.

Luz es parte de un complejo panorama en España, donde más de un millón de personas sufren discapacidad visual. Las razones son variadas, pero la edad y la diabetes son las más significativas. Estas condiciones pueden conducir a enfermedades como la DMAE y el edema macular diabético (EMD), que representan las principales causas de ceguera en el país. Si bien existen tratamientos capaces de frenar la progresión de estas enfermedades, la detección temprana es crucial para obtener un resultado eficaz.

Andrés Mayor, presidente de Acción Visión España, urge a los pacientes a buscar diagnósticos rápidos: 'Cuanto antes se diagnostique, mejor se podrá tratar. Queremos preservar la visión durante el mayor tiempo posible', señala. La detección temprana puede ser la clave para mantener una buena calidad de vida.

La experiencia de Luz es un testimonio de esto. Diagnosticada a los 50 años, recuerda cómo su entorno se distorsionó repentinamente. Al principio, su miopía magna había sido un obstáculo, pero su determinación la llevó a completar una carrera universitaria. Sin embargo, en 1997, fue diagnosticada con DMAE, lo que complicó su vida. 'Los tratamientos de aquel entonces eran invasivos y poco eficaces', recuerda con tristeza.

A pesar de los retos, Luz alienta a otros con problemas visuales, señalando que han surgido medicamentos innovadores que pueden prevenir el daño ocular. 'Es imprescindible atender esos primeros síntomas de la DMAE, como las distorsiones de líneas y la pérdida de visión central', añade el presidente Mayor. Para los diabéticos, la vigilancia constante y chequeos regulares son vitales.

La historia de Juani Rodríguez Cortés, de 57 años, ilustra la importancia de la atención temprana. Diagnosticada con diabetes a los 21, empezó a ver afectada su visión a partir de 2016, y tras ser referida a un especialista, recibió el diagnóstico de edema macular. Aunque las inyecciones intravítreas le proporcionaron tiempo y calidad de vida, su condición se complicó, llevándola a enfrentar la ceguera legal. 'La salud mental es fundamental en esta situación, y aprender a adaptarse es clave', comparte Juani, quien ahora vive en una aldea de Lugo y ha encontrado una nueva forma de vivir con autonomía.

Las historias de Luz y Juani reflejan la lucha diaria de muchos en toda España. Cada jornada es una oportunidad para innovar, aprender y apoyar a otros que enfrentan condiciones similares. Andrés Mayor recalca que, con los nuevos tratamientos disponibles, se puede mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados. 'El camino no es fácil, pero no hay que rendirse. La comunidad y la conexión con otros pueden aportar mucha fuerza', concluye Luz.