La trágica investigación del accidente aéreo en San Fernando, donde un avión se despistó y chocó contra una casa, está lanzando sombras sobre la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil). Este fatídico evento, que resultó en la muerte de los pilotos, ha dejado una serie de preguntas y un manto de incertidumbre que podría tener repercusiones legales para la organización que supervisa la seguridad aérea en Argentina.

Bajo el régimen secreto de sumario que impera, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, está conduciendo una investigación que se complementa con el análisis de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST). Mientras la JST busca entender las razones del accidente sin buscar culpables, su independencia ha sido puestas en tela de juicio por el nombramiento reciente de Federico Suleta como su titular, quien previamente ejercía como jefe de Gabinete de la ANAC.

Esta situación ha suscitado críticas, ya que Suleta ahora se encuentra en una posición que podría parecer que está del 'doble lado del mostrador', lo que podría vulnerar la norma internacional que exige total independencia en las investigaciones de accidentes aéreos. Además, se ha resaltado la incompatibilidad de la ANAC al actuar como regulador y también encargarse de servicios relacionados, como la lucha contra incendios en situaciones de emergencia.

Uno de los puntos más cruciales en esta tragedia es el tiempo de respuesta de los bomberos. Las normativas internacionales estipulan que deben llegar al lugar del accidente en un máximo de tres minutos. Sin embargo, los bomberos en San Fernando tardaron más tiempo del esperado, lo que podría llevar a la jueza a determinar que hubo un fallo en el sistema de emergencia, comprometiendo no solo a los bomberos, sino a la propia ANAC.

Un aspecto técnico que se recopila en el expediente es la calidad del material utilizado para apagar el fuego. En el aeropuerto, se constató que el camión que llegó al lugar no contaba con el agente adecuado para combatirse un incendio de tales proporciones, lo que podría haber agravado la situación.

Además, los relatos de testigos han sido esenciales, donde se menciona que los pilotos aún se encontraban con vida mientras el avión comenzaba a incendiarse. Como bien indicó Narcisa, la dueña de la casa impactada, "pedían auxilio, que los saquen, que los ayuden, pero nadie se acercó".

La justicia deberá investigar a fondo otras áreas de responsabilidad de la ANAC, como el estado mecánico del avión y la validez de las licencias de los pilotos. De acuerdo a diversas hipótesis, se menciona una posible falla en los reversores de la turbina, lo que podría haber contribuido al accidente. Mientras la investigación avanza, se teme que la ANAC enfrente consecuencias serias si se demuestra negligencia en su deber de garantizar la seguridad aérea.

A medida que se revelan más detalles sobre esta tragedia, el futuro de la ANAC y sus funcionarios podría estar en juego. ¡No te pierdas las últimas actualizaciones sobre este caso que tiene en vilo a toda la comunidad!