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Crisis política en Alemania: La extrema derecha amenaza el dominio socialista en Brandeburgo

2024-09-22

La extrema derecha alemana está a punto de alcanzar su segunda victoria en elecciones estatales en menos de un mes. Después de su sólido triunfo en Turingia y de quedar en segundo lugar en Sajonia, los sondeos indican que Alternativa por Alemania (AfD) podría conquistar Brandeburgo, conocido por ser un bastión socialista desde la reunificación alemana en 1990. Este estado, ubicado en el este del país, votará este domingo, en medio de intensos debates sobre la migración y la reciente decisión del Gobierno central de fortalecer los controles en las fronteras.

Las elecciones en Brandeburgo, que alberga a aproximadamente 2,5 millones de residentes en torno a Berlín, marcan el cierre de la temporada electoral en el este de Alemania. La AfD ya sorprendió al lograr el 32,8% de los votos en Turingia el 1 de septiembre, logrando su primera victoria estatal. En Sajonia, quedaron muy cerca de los cristianodemócratas (CDU), con un 30,6% de los votos.

Este panorama representa un duro golpe para el Partido Socialdemócrata (SPD) y sus aliados de Gobierno, los Verdes y los liberales del FDP, justo un año antes de las elecciones generales. En Brandeburgo, la situación no pinta mejor. Según el último sondeo de Forschungsgruppe Wahlen, el SPD podría caer al segundo lugar con un 26% de apoyo, superado por la AfD que alcanzaría un 29%. La CDU obtendría un 15% y los Verdes un 5%, al borde de quedar fuera del Parlamento estatal.

La caída en la popularidad del SPD se debe a varios factores, entre ellos la creciente desconfianza por parte de la ciudadanía ante la gestión del Gobierno respecto a la crisis migratoria. Mientras que la AfD capitaliza el descontento, el SPD enfrenta un futuro incierto, más aún considerándolo en un estado donde ha mantenido el control por más de tres décadas.

La capital de Brandeburgo, Potsdam, es además la circunscripción electoral del canciller Olaf Scholz, quien se encuentra cada vez más presionado a raíz de la creciente competencia política. La situación en Brandeburgo podría ser un indicativo de las tendencias que se verán en el resto del país en el futuro cercano, con un potencial reconfiguramiento del mapa político alemán.