A pesar de que el príncipe Enrique había desmentido recientemente los rumores sobre una crisis en su matrimonio con Meghan Markle, diciendo en tono humorístico: “Parece que nos hemos divorciado unas 10 o 12 veces. Es difícil seguir el ritmo, así que simplemente lo ignoramos”, las cosas entre ellos no parecen estar bien, según la revista Heat.

La revista revela que Enrique se siente cada vez más incómodo con su vida en Estados Unidos, especialmente en las últimas semanas. La enfermedad de dos miembros clave de la familia real, el rey Carlos III y Kate Middleton, por cáncer, ha profundizado su nostalgia por el hogar y lo ha llevado a reconsiderar su situación actual.

"Externamente, Meghan y Enrique hacen todo lo posible para desestimar los rumores sobre su relación. Sin embargo, la realidad es que su vida actual no es lo que ambos habían imaginado al decidir dejar la familia real", asegura una fuente en la publicación.

Un deseo de reconciliación

Se ha revelado que Enrique está pensando en hacer de 2025 un año de reconciliación con su familia, cuyos lazos ha echado de menos desde que dejó sus obligaciones reales. “Enrique le está comunicando a Meghan que su relación no marcha bien. La mayor fuente de tensión sigue siendo el conflicto entre él y su familia. A medida que él asume la responsabilidad de esta situación, Meghan parece seguir culpándolos”, agrega la fuente.

Aunque Meghan no se opone a que Enrique intente restaurar la relación con su familia, está firme en su postura de no regresar al Reino Unido ni de pedir disculpas. “No tiene la intención de volver ni a considerar una disculpa. Enrique, por su parte, siente la presión de amigos cercanos que están preocupados por su bienestar. Ellos se dan cuenta de su deseo de reconciliarse con su padre y hermano, pero su vida en América parece ser un obstáculo”, explica.

Se ha comentado que algunos amigos de Enrique creen que es positivo que pase tiempo separado de Meghan. La tensión entre ellos parece haber alcanzado un punto crítico y la presión de una vida agitada los ha mantenido en un estado de estrés. “Con tantos problemas de salud en la familia real, Enrique ha sentido nostalgia de su vida anterior y su desubicación lo está afectando fuertemente”, añade la fuente.

Los interrogantes actuales

Los interrogantes que se plantean ahora para Enrique y Meghan son cómo poner en prioridad su matrimonio, mientras parecen estar en caminos separados. Sus amigos están alarmados ante la posibilidad de que, si la tensión aumenta, puedan cuestionar si su relación vale la pena. Aunque Enrique ama a Meghan y a sus hijos, no puede ignorar que el último año ha traído un impacto negativo en su salud emocional. El príncipe anhela la paz con su familia real y teme que las aspiraciones de Meghan no coincidan con eso; su mayor miedo es quedar distanciado de su familia para siempre.