Cuando se cumple una semana del terrible terremoto de magnitud 7,7 que devastó el centro-norte de Birmania (Myanmar), el horror se hace palpable.

El desgarrador balance de víctimas asciende a 3.085 muertos, 4.715 heridos y 341 desaparecidos.

La angustia continúa mientras las operaciones de búsqueda y rescate se intensifican, pero el calor abrasador, las lluvias torrenciales y la falta de condiciones sanitarias adecuadas están poniendo en riesgo a miles de supervivientes.

Las áreas más afectadas por este desastre natural, ubicadas en la región de Sagaing, a solo 17 kilómetros de Mandalay, se encuentran en una situación crítica.

La ayuda humanitaria es prácticamente inexistente; se estima que apenas el 10% de las zonas afectadas han recibido auxilio, lo que convierte la situación en una auténtica tragedia humanitaria.

Además, la inminente llegada de la temporada de verano, con temperaturas que rondan los 40 grados y las lluvias monzónicas, complica aún más la situación.

Elene Vuolo, jefa adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Birmania, ha advertido sobre el 'alto riesgo de brotes de cólera', consecuencia del daño en el sistema de saneamiento, la escasez de agua potable y el aumento de las temperaturas.

Mandalay, una de las ciudades más afectadas, enfrenta una crisis de desplazamiento, con unas 9.000 personas que han perdido sus hogares y se han visto obligadas a refugiarse en improvisados albergues y refugios temporales proporcionados por organizaciones humanitarias.

La situación es desesperante, y la falta de recursos y respuesta efectiva pone en peligro la vida de miles de personas en Birmania.

Las organizaciones humanitarias hacen un llamado urgente a la comunidad internacional para evitar lo que podría convertirse en una catástrofe aún mayor.

Mientras tanto, el clamor de ayuda no cesa y la situación sigue deteriorándose rápidamente.

¿Qué se está haciendo para ayudar a estos supervivientes? ¿Qué respuesta internacional está llegando? La atención mundial se centra en Birmania, donde la esperanza aún brilla en medio de la oscuridad.

¡No te quedes indiferente, actúa ahora!