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¡Crisis Explosiva! Casi 600 ataques israelíes en 11 días devastan Líbano

2024-10-04

En el último mes, la situación en Oriente Próximo ha alcanzado un nivel de tensión alarmante, con Israel llevando a cabo una serie de bombardeos en Beirut. El objetivo de estas operaciones parece ser la eliminación de líderes de Hizbulá. En particular, los ataques aéreos en los suburbios del sur de Beirut, conocidos como el Dahye, se han intensificado en los últimos diez días, dejando un rastro de destrucción y angustia entre la población civil.

La devastación ha sido severa. Según informes, los ataques aéreos han resultado en la muerte de casi 2.000 personas y han provocado la mayor ola de desplazamiento en la historia reciente de Líbano, con aproximadamente 1,2 millones de personas desplazadas en un país con una población total de 5,5 millones.

Esta nueva incursión es la cuarta en menos de 50 años en la tensa relación entre Israel y Líbano. Desde la creación del Estado de Israel en 1948, el país ha sido un objetivo recurrente de Israel. La guerra árabe-israelí en 1948 resultó en la Nakba, con más de 700,000 palestinos siendo desplazados, muchos de los cuales encontraron refugio en Líbano, lo que ha integrado la causa palestina en la política y sociedad libanesa.

Las crisis anteriores, como la guerra civil de 1975 a 1990, fueron exacerbadas por la llegada masiva de refugiados palestinos tras la guerra de los Seis Días en 1967, alterando el delicado equilibrio demográfico del país y aumentando la tensión entre sus diversas comunidades religiosas.

Israel también llevó a cabo invasiones en 1978 y 1982, centradas en desmantelar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que había trasladado su base a Líbano después de ser expulsada de Jordania. La invasión de 1982 culminó con la creación de Hizbulá, un movimiento que surgió para defender a la población chií y oponerse a la ocupación israelí. Aunque la ocupación del sur del Líbano terminó en el año 2000, las cicatrices de esos conflictos siguen presentes en la nación.

La última gran confrontación en 2006 fue desencadenada por una incursión de Hizbulá en territorio israelí, resultando en 34 días de combates que causaron la muerte de 1,200 libaneses y 158 israelíes. A pesar del costo humano devastador, Israel no pudo cumplir sus objetivos militares, lo que fue interpretado por muchos como una victoria para Hizbulá y un testimonio de la resistencia libanesa.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación esta escalada de violencia, temiendo un conflicto más amplio que podría desestabilizar aún más la región. Las organizaciones humanitarias ya están advirtiendo sobre una crisis humanitaria inminente si los ataques continúan y la ayuda humanitaria no logra llegar a las víctimas.