Conflicto en el corazón de la protección a las víctimas

La tensión entre la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Igualdad ha estallado debido a un polémico fallo en el sistema de pulseras antimaltrato. Mientras la fiscalía asegura que las víctimas no estuvieron desprotegidas el año pasado, los hechos revelan una realidad inquietante.

Los detalles ocultos de un grave error técnico

Las pulseras que monitorean a los agresores fallaron y, durante un tiempo, no enviaron datos cruciales a los dispositivos de las víctimas. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, admite la existencia de un problema de encriptación de datos durante el polémico cambio de proveedor de Telefónica a Vodafone.

Un tira y afloja de responsabilidades

Redondo niega que el Poder Judicial hubiera alertado sobre el riesgo generado por estos fallos, y descarta cualquier posibilidad de que esto haya llevado a la excarcelación de agresores peligrosos. Sin embargo, la ministra refuerza su postura diciendo que estos contratiempos han sido simplemente "fallos técnicos temporales" y que, a pesar de todo, las pulseras son un salvavidas en situaciones críticas.

El clamor del PP por la dimisión

La respuesta del Partido Popular no se ha hecho esperar, exigiendo la reprobación de la ministra por lo que consideran una gestión "negligente" y "de incompetencia". En un clima de creciente tensión, las demandas por mayor responsabilidad y seguridad se intensifican, dejando a la sociedad preguntándose: ¿Quién realmente vela por la seguridad de las víctimas?