En un contexto de creciente tensión en la región, el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi ha expresado su oposición a la escalada de violencia en medio de una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Al Sisi reafirmó la solidaridad de Egipto con Líbano, tras la devastadora explosión de buscapersonas que se cobró la vida de un trabajador de salud en un hospital cercano a Beirut.

El hospital Al Rassoul Al Azam anunció el fallecimiento de Mohammad Hassan Nour el Din después de que estallaran varios dispositivos explosivos relacionados con el grupo chií Hezbolá. La tragedia se produjo en medio de una emergencia asistencial debido a un número imponente de heridos, muchos de ellos con lesiones en la cara y manos, que requerían tratamientos urgentes.

El ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, indicó que aproximadamente 3,000 personas fueron atendidas en más de 100 hospitales que están colapsados ante la magnitud de las heridas, que incluyen quemaduras severas.

De acuerdo con informes recientes, se ha confirmado que Israel colocó explosivos en 5,000 buscapersonas importados por Hezbolá. Esta operación se habría llevado a cabo meses antes de las explosiones, las cuales, según las investigaciones, fueron activadas por un mensaje codificado enviado al mismo tiempo.

En un comunicado, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso calificó la situación como "extremadamente peligrosa" y demandó una investigación exhaustiva de este acto, que es visto como un intento deliberado de aumentos de tensión en la región. Este ataque es considerado una de las mayores brechas de seguridad que ha experimentado Hezbolá en años.

La situación desesperante en Líbano no solo ha desencadenado una ola de miedo y confusión, sino que también ha creado una crisis humanitaria. Mientras tanto, las tensiones continúan intensificándose entre Israel y los grupos en Líbano, así como en Gaza, donde los enfrentamientos han dejado numerosos muertos y una gran cantidad de desplazados.

La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y los esfuerzos por conseguir un alto el fuego parecen más lejanos que nunca. En este entorno caótico, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, ha prometido tomar medidas decisivas en respuesta a estos ataques, y se espera que dé un discurso en los próximos días.

Mientras tanto, la ONU ha emitido alertas sobre la situación crítica y ha llamado a todas las partes a la contención y a evitar una mayor desestabilización de la región. Los analistas advierten que el conflicto no solo afecta a los actores locales sino que podría generar repercusiones en todo el Medio Oriente, con el riesgo de un enfrentamiento a gran escala si la violencia no se detiene de inmediato.