El Valencia Club de Fútbol está atravesando un comienzo de temporada desastroso. A pesar de un calendario complicado, las palabras de Rubén Baraja tras la derrota ante la Real Sociedad fueron contundentes: "¡Ya está bien!", "Tenemos que espabilar" y "No hay excusas, ni juventud ni calendario". En las últimas horas, las miradas se han dirigido hacia el entrenador vallisoletano, quien no es considerado el principal responsable de esta crisis, ya que todos apuntan a Peter Lim, pero surgen interrogantes sobre si Baraja es realmente parte de la solución.

A pesar del mal momento, Baraja cuenta con un 'doble seguro' que le otorga, por ahora, estabilidad en el club. Por un lado, la directiva de Mestalla sigue apostando por su figura, sin contemplar su salida hasta la fecha. El balance de la llegada de Baraja al club es positivo, ya que logró salvar al equipo en su primera temporada y casi clasificarlo para Europa. Además, el hecho de que nunca haya generado polémicas y que la plantilla respalde su gestión contribuye a su continuidad, al menos temporalmente.

El partido ante el Leganés se perfila como crucial, ya que una victoria podría sacar al Valencia de la zona de descenso. A pesar de la presión, no se ha catalogado este encuentro como una 'final' para Baraja. Si bien una derrota abultada como la de Anoeta podría cambiar las cosas, hasta el momento nadie ha aventurado sentencia de 'vida o muerte' para el técnico en esta cita.

Por otro lado, la renovación de Baraja es un tema que genera expectativas debido a la falta de cláusulas de escape en su contrato. Si Baraja decidiera marcharse, tendría que abonar una considerable indemnización, similar a los 5 millones de euros de su primer año, aunque algo inferior. Este detalle añade complejidad a la situación dado el precario estado financiero que atraviesa el club, obligándole a tomar decisiones de peso que afecten tanto al futuro del equipo como a la raza de su entrenador.

Mientras tanto, los aficionados del Valencia se preguntan: ¿cuál será el destino de su amado club y su director técnico? Las próximas semanas serán decisivas y el apoyo interno podría ser crucial para Baraja y el futuro del Valencia. Con un entorno incierto, el tiempo dirá si logrará revertir la situación o si se verá frente a una dura realidad.