Crisis de Inundaciones en Valencia: Paiporta y Catarroja en el Ojo del Huracán
2024-10-31
Autor: Carmen
La reciente DANA ha dejado un devastador rastro de destrucción en Valencia, poniendo en el centro de la atención a localidades como Paiporta y Catarroja, que históricamente han estado ubicadas en zonas inundables.
Los expertos advierten que es crucial reformar las infraestructuras de estas áreas afectadas. El mapa de inundaciones revela que sorprendentemente, una de cada cuatro viviendas en España se encuentra en zonas de alto riesgo, y la mayoría de estas se halla en la región de Valencia, Alicante y Murcia. Desde 2016, la legislación exige a propietarios y promotores responsables a registrar estas circunstancias, dado que el peligro de inundaciones es una realidad recurrente, especialmente en el contexto actual de emergencia climática, donde los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más comunes.
"Estamos viendo una evolución alarmante en el ciclo del agua. Las lluvias serán cada vez más torrenciales, mientras que las sequías se intensificarán", asegura Xavier Fonseca, investigador de la Universidade de Santiago de Compostela. Esta declaración resuena con la situación actual en Valencia, donde la DANA ha sido especialmente devastadora y ha obligado a repensar tanto la urbanización como las infraestructuras de la zona.
Ernest Bladé, catedrático de ingeniería civil y ambiental de la Universitat Politècnica de Catalunya, señala que el trazado urbano de estas localidades refleja las decisiones de desarrollo tomadas en el pasado. Asegura que la alta densidad de construcciones en zonas de riesgo es un claro resultado de una planificación inadecuada: "Las zonas afectadas son prueba de cómo hemos ido urbanizando sin considerar adecuadamente el riesgo de inundaciones. Es hora de actuar y evitar la repetición de estas tragedias".
Ante la magnitud de la crisis, surge la necesidad urgente de inversiones en sistemas de alerta temprana que proporcionen datos en tiempo real sobre las precipitaciones en estas áreas vulnerables. Las soluciones deben ir más allá de las recanalizaciones, que Bladé critica por su ineficacia, argumentando que, en muchos casos, pueden incrementar el riesgo de inundaciones en eventos extremos.
La situación actual plantea grandes retos, pero también se convierte en un llamado a la acción: es el momento de tomar decisiones responsables y evaluar el impacto de nuestras ciudades frente a cambios climáticos inminentes. Se espera que esta DANA sirva como un punto de inflexión en las políticas urbanísticas y ambientales en Valencia, un llamamiento que debería resonar en todas las regiones propensas a inundaciones en España.