País

Confusión en el PP sobre su postura ante el nuevo decreto de pensiones tras el polémico rechazo anterior

2025-01-29

Autor: Lucia

La reciente resolución del conflicto entre el PSOE y Junts ha llevado a la presentación en el Congreso de una nueva versión del decreto ómnibus que fue rechazado la semana pasada. Este decreto tiene como objetivo revalorizar las pensiones y fortalecer otras medidas sociales, poniendo nuevamente a Alberto Núñez Feijóo en una complicada situación. Con esta nueva iniciativa, que el Gobierno asegura incluirá la mayoría de los elementos del escudo social, el líder del PP se enfrenta a la misma pregunta de la semana pasada: ¿debería arriesgarse a oponerse a las pensiones o continuar debilitando la posición de Pedro Sánchez?

El dilema persiste en el seno del PP, donde se han intensificado las dudas. Rechazar el decreto podría significar votar en contra de la revalorización de las pensiones, un asunto crucial para 12 millones de jubilados, colectivo muy sensible al impacto de cualquier decisión del PP. No obstante, el partido busca resaltar la supuesta debilidad de Sánchez ante su dependencia de Carles Puigdemont, una estrategia que ya intentaron implementar con la votación anterior del mismo decreto que se rechazó.

Las dudas en el PP se mantienen, tal y como sucedió la primera vez que se votó el decreto ómnibus, que Feijóo decidió rechazar sin consultar a los líderes autonómicos del partido. Este martes, la dirección nacional del PP no ha clarificado su voto sobre la nueva normativa, afirmando que esperarán a conocer todos los detalles del documento. Sin embargo, celebraron que “Sánchez cumple con lo que pedía Feijóo: fragmentar el decreto”, lo que podría facilitar un posible apoyo por parte del PP.

El nuevo decreto abarca 29 medidas, entre las que se encuentra la revalorización de las pensiones, ayudas para los afectados por la DANA, subsidios para el transporte público y asistencia a las víctimas del volcán de La Palma, según anunció Sánchez. También se incluye un escudo antidesahucios, un punto de crítica de los populares y que es reclamado por la izquierda.

El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, reiteró que el partido está “radicalmente en contra” de la cesión al PNV de la sede del Instituto Cervantes en París, que, según el partido vasco, se reflejará en la nueva versión del decreto. Esto puede alejar aún más el apoyo del PP. “No comprometeremos nuestro voto hasta que veamos el contenido acordado entre Sánchez y Puigdemont”, explicó Sémper sin revelar claramente cuál será la postura del PP en la votación. Algunos miembros del partido consideran que podrían optar por una abstención, aunque dependerá de cómo se redacte el decreto final. Feijóo ha manifestado su intención de rechazarlo, incluso si se elimina la cesión al PNV, mientras que otros afirman que, si el nuevo texto es similar al anterior, el PP debería votar en contra por “coherencia con su discurso.”

El partido ha sido cauteloso en su toma de decisiones, buscando administrar el tiempo mientras evalúan su estrategia frente a las preocupaciones de sus bases. Según fuentes internas, los votantes de la derecha aprueban el rechazo del decreto y un 25% de los votantes de izquierda acusan al Gobierno de los problemas actuales.

La incertidumbre persiste dentro del PP, donde muchos sondean los efectos del rechazo a la revalorización de las pensiones en sus bases, lo que ha generado una atmósfera de tensión entre varios de sus barones. En el ámbito territorial, varios presidentes autonómicos se mostraron sorprendidos por la decisión del PP de votar en contra del decreto la semana pasada. Un presidente popular confesó: “Cuando vi la decisión, pensé: '¡Madre mía!'”. En general, la preocupación se ha extendido entre los líderes del PP sobre las repercusiones que podría tener esta decisión en la percepción de los votantes, especialmente entre los 12 millones de pensionistas que dependen de estas políticas.

La jornada del martes ha dejado al PP visiblemente descolocado por el inesperado acuerdo entre Sánchez y Junts. A primera hora, Feijóo se mostró optimista sobre un debate que habían promovido en el Senado para presionar al Gobierno. Sin embargo, este tipo de maniobras pueden volverse en su contra si no se gestiona adecuadamente la nueva situación política.