La situación en Gaza sigue siendo crítica, y el primer ministro palestino, Mohamed Mustafa, ha subrayado la necesidad de que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) asuma el control de la franja tras el conflicto con Israel. Mustafa enfatiza que su gobierno se encuentra preparado para gestionar la recuperación de Gaza y trabaja con aliados internacionales para establecer una administración unificada en los territorios palestinos.

La ANP ha sido objeto de críticas por su limitada autoridad en Gaza y se enfrenta a la compleja realidad de la guerra que ha devastado a la población palestina. Con más de 46,600 muertos reportados desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre, la comunidad internacional observa con ansiedad cómo podría desarrollarse una solución a largo plazo.

Las discusiones sobre una posible tregua en Gaza han tomado fuerza, con Estados Unidos liderando la intención de facilitar un acuerdo que involucre la liberación de rehenes a cambio de la excarcelación de cientos de prisioneros palestinos. Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, ha destacado que el acuerdo está "cerca de ser finalizado" y que una administración provisional podría ser establecida en Gaza bajo la supervisión internacional.

Mientras tanto, la presión sobre Israel aumenta; Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, advirtió que se enfrenta a una encrucijada crítica en la que la seguridad del Estado de Israel está en juego, instando a no ceder ante las negociaciones que podrían resultar en la liberación de prisioneros palestinos.

En medio de todo esto, las manifestaciones han tenido lugar tanto en Tel Aviv, donde miles de personas piden un acuerdo de paz, como en Jerusalén, donde otros se oponen firmemente a cualquier tipo de liberación de prisioneros, reflejando la polarización de la sociedad israelí ante este complicado panorama.

En el ámbito internacional, Macron visitará Líbano para expresar su apoyo a las nuevas autoridades del país, mientras que la presión sobre la Unión Europea para intervenir en obtener un alto el fuego se intensifica, especialmente por parte de las familias de los rehenes israelíes.

Hasta ahora, la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, a la espera de un desenlace que pueda traer alivio a la región, mientras que las esperanzas de paz se ven empañadas por la violencia y el sufrimiento humano que continúa en Gaza.