Un Almuerzo Fatal que Conmocionó a Australia

Erin Patterson, una australiana de 50 años, ha sido condenada por elicitar un horror inimaginable al envenenar a tres miembros de su propia familia con hongos mortales durante una comida en su casa. La sentencia es contundente: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional durante 33 años, según informes de BBC Mundo.

La Siniestra Comida Familiar

La trama se desarrolla en Morwell, un pequeño pueblo de Australia, donde Patterson invitó a sus exsuegros, Don y Gail Patterson, de 70 años, y a su tía Heather Wilkinson, de 66, junto a su esposo Ian Wilkinson, de 69. Lo que parecía ser un almuerzo familiar inolvidable se transformó rápidamente en una pesadilla homicida.

El menú del trágico día incluía filete de carne acompañado de hongos y verduras, pero lo que no sabían los comensales era que habían sido víctimas de una intoxicación deliberada con el hongo amanita phalloides, conocido comúnmente como el hongo de la muerte, responsable del 90% de las muertes por hongos en el mundo.

Investigación y Revelaciones Escalofriantes

A lo largo de más de dos meses en el Tribunal Supremo de Victoria, se presentaron testimonios de 50 testigos que intentaron desentrañar las motivaciones oscuras detrás del acto de Erin. Durante la investigación, los detectives revisaron botes de basura en busca de evidencia, mientras médicos describían el deterioro repentino en la salud de las víctimas tras consumir el mortal hongo.

La historia se tornó más perturbadora cuando se reveló que Patterson había engañado a su familia diciendo que tenía cáncer, lo que aparentemente la llevó a reunirlos para una última comida.

El Juzgamiento de un Corazón Frío

A pesar de fingir ser una víctima, Patterson mintió a la policía afirmando no haber recolectado hongos silvestres, además de destruir pruebas clave, como el utensilio utilizado para preparar el almuerzo fatídico.

Frente a los fiscales, esta madre enjuiciada proclamó su amor por su familia y defendió su inocencia, alegando que la inclusión de los hongos letales había sido “accidental”. Aseguró también sufrir bulimia, lo que, según ella, la hizo vomitar después de la comida y, por lo tanto, escapar de la enfermedad.

Justicia para las Víctimas

Finalmente, el jurado dictaminó que Erin Patterson actuó con intención criminal. Fue encontrada culpable de homicidio en los casos de los tres fallecidos y del intento de asesinato del único sobreviviente.

Al recibir su sentencia de perpetua, la mujer se mantuvo impasible, sin mostrar ningún tipo de emoción, a pesar del horror de sus crímenes. Además, se le impusieron 25 años adicionales de prisión por intentar asesinar a la cuarta víctima.

Un Futuro Oscuro

Erin Patterson no podrá solicitar la libertad condicional hasta el año 2056, cuando tenga 83 años, un sobrecogedor recordatorio de las perturbadoras decisiones que llevaron a la pérdida de tantas vidas.