Joan Collet, quien fue presidente del Espanyol entre 2012 y 2016, ha expresado su descontento respecto a la gestión de LaLiga y su doble rasero en el caso del FC Barcelona. Mientras el Espanyol enfrenta una crisis institucional y deportiva, Collet observa cómo a la entidad culé se le permite generar recursos a través de palancas económicas, a pesar de su notable deuda. "No se entiende desde fuera que puedas fichar jugadores y pagar altas fichas con todas esas deudas gracias a una palanca que no es sostenible", afirmó Collet.

Collet recuerda con nostalgia los años en los que el Espanyol competía de tú a tú con el Barcelona, mencionando que en las décadas pasadas existía una rivalidad real, donde perder un derbi era un golpe duro. A pesar de que ha visto cambios significativos en la gestión del club y en la deriva de sus aficionados, considera que el espíritu del derbi sigue vivo, aunque el escepticismo predomine en la afición blanquiazul en la actualidad.

Desde su nueva posición como Delegado Comercial de Sportslandscape, Collet ha analizado la evolución del fútbol en Barcelona y sus implicaciones en la rivalidad entre ambos equipos. "LaLiga quiere asegurar que haya dos equipos competitivos como Barça y Madrid, porque eso genera ingresos a través de derechos televisivos y mantiene viva la esencia del Clásico", argumenta.

El exdirigente también critica la falta de acción de LaLiga frente a situaciones que considera injustas. "Nosotros llevamos años tratando de encontrar un camino viable, mientras que otros clubes reciben permisividad a pesar de sus problemas financieros. Esto crea un desequilibrio que perjudica a los clubes que intentan cumplir con todas sus obligaciones", concluyó.

Además, Collet reflexionó sobre la identidad del Espanyol, que ha ido perdiendo en los últimos años tras cambios en la directiva y en las acciones de los máximos accionistas. Con su profundo conocimiento de la historia del club, lamenta que la esencia perica se esté diluyendo. Por otro lado, reveló que el ambiente entre los aficionados cambió drásticamente con el surgimiento de grupos radicales, llevando a una atmósfera de violencia y tensión que eclipsó el espíritu festivo que alguna vez caracterizó los encuentros entre ambos clubes.

En este contexto, Collet invita a la afición a mantener la fe y la esperanza de que el Espanyol pueda recuperar su lugar en el corazón de los aficionados y volver a competir en igualdad de condiciones, aunque reconoce que el camino será difícil. Mientras tanto, el pitido inicial del próximo derbi resonará con el eco de estos debates sobre la justicia económica en el fútbol español y la verdadera naturaleza de la rivalidad.