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CNN a bordo de un avión cisterna israelí en la misión de ataque al puerto controlado por los hutíes en Yemen

2024-09-30

Sobrevolando el mar Rojo (CNN) -- A bordo de un Boeing 707 de combate, mi corazón late rápido mientras me pongo unas gafas 3D y me preparo para una experiencia sin precedentes. A mi alrededor, el desierto árido de Arabia Saudita se extiende a la derecha y la costa egipcia a la izquierda. En la pantalla frente a mí, un caza F35 se prepara para recibir combustible.

Soy el primer periodista extranjero inspectador en esta misión a más de mil kilómetros de Israel, embarcado en una operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que podría redefinir la situación bélica en Medio Oriente. Desde el ataque de Hamás el 7 de octubre del año pasado, Israel no solo ha enfrentado a Gaza, sino también a grupos como Hezbollah en el Líbano y los rebeldes hutíes en Yemen. Estos últimos han lanzado ataques de largo alcance, poniendo en riesgo la seguridad de miles de israelíes.

La escalofriante cifra de bajas es innegable: casi 42,000 muertos en Gaza y más de 1,000 en Líbano, mientras que Yemen se encuentra en una crisis humanitaria devastadora. Al abordar este viejo avión cisterna, no tengo idea de lo que el vuelo revelará sobre las operaciones militares actuales.

Las estrictas normas de seguridad de las FDI prohíben el uso de celulares y cámaras, pero mi acceso directo a los pilotos y al avión –transformado para el reabastecimiento– me brinda una rara oportunidad de conversar con quienes están en primera línea de este conflicto. El 707, aunque antiguo, ha sido adaptado con depósitos de combustible presurizados, vitales para extender el rango de acción de las fuerzas israelíes.

La misión de reabastecimiento se ha convertido en la de mayor alcance desde 1985, con Netanyahu advirtiendo en la Asamblea General de la ONU que “no hay lugar... que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar”. En el aire, los cazas F35, cada uno valorado en más de 100 millones de dólares, se alinean detrás de mí, preparados para atacar.

El objetivo de nuestra misión es el puerto de Hodeidah en Yemen, controlado por los hutíes, quienes recientemente han disparado misiles que alcanzaron las cercanías de Tel Aviv. Su motivación: la solidaridad con los palestinos, aunque muchos expertos creen que su lucha también busca el apoyo local e internacional en medio de la crisis humanitaria en la que Yemen se encuentra sumido.

El ataque más reciente de los hutíes buscó impactar en Netanyahu al regresar de Nueva York, una acción advertida que podría tener graves consecuencias. “Pueden pagar un alto costo por esto”, declara el primer ministro, enfatizando la crítica situación de los civiles en la zona.

Tras el exitoso reabastecimiento, los cazas se alejan y comienzan a ejecutar la misión de ataque, con un impacto en Hodeidah que se tradujo en columnas de fuego y humo, según informes hutíes. Las FDI confirmaron que atacaron infraestructuras clave, supuestamente utilizadas para transferir armas iraníes a la región.

La situación escaló cuando los hutíes reportaron bajas durante el ataque, lo que intensifica la tensión en el Yemen devastado por la guerra. El teniente general Herzi Halevi de las FDI advirtió que la capacidad para alcanzar objetivos tan distantes demuestra que Israel no se detendrá ante nada para proteger su seguridad.

La misión sirvió como un claro recordatorio de la postura defensiva de Israel ante la creciente influencia de sus enemigos en el Medio Oriente. Mientras las fuerzas israelíes se preparan para posibles represalias de Hezbollah, esta intervención también envía un mensaje directo a Irán: su apoyo a los hutíes tendrá consecuencias graves. La guerra en curso no sólo involucra a actores locales, sino que está convirtiéndose en un conflicto regional que podría tener repercusiones mucho más amplias en el futuro.