Claves de la SEMG para combatir la gripe, VRS y SARS-CoV-2 este invierno
2024-12-23
Autor: Carmen
El invierno 2024-2025 se presenta como un gran desafío para el sistema de salud en España debido al incremento previsto de infecciones respiratorias agudas. La simultánea circulación de virus como la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS) y el SARS-CoV-2, junto con los patrones estacionales típicos, ha llevado a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) a implementar medidas proactivas para reducir su impacto en la población y en los servicios de atención.
Auge de infecciones: la situación actual
El grupo de Salud Pública de la SEMG ha observado un aumento significativo en la positividad de estos virus, especialmente durante la semana epidemiológica 49 de 2024. En atención primaria, la positividad para la gripe alcanzó el 6,2% y el 9,6% para el VRS. En el ámbito hospitalario, estas cifras se elevaron a 2,5% y un alarmante 19,7%, lo que indica una creciente carga en los servicios de salud.
Co-circulación de virus durante la temporada
A pesar de que el SARS-CoV-2 muestra una transmisión relativamente baja, las hospitalizaciones por VRS son especialmente preocupantes para los grupos más vulnerables: los más pequeños y los ancianos. La temporada navideña, marcada por reuniones y celebraciones, representa un mayor riesgo de transmisión, lo que complica aún más la capacidad de las autoridades para controlar los brotes y establece la necesidad de medidas preventivas sólidas.
Estrategias de prevención recomendadas
La SEMG subraya la importancia de un enfoque integral que combine prevención, control de infecciones y preparación del sistema de salud para anticipar el aumento de casos. Se destacan las siguientes medidas:
- **Planes de contingencia sanitaria**: Los servicios de salud deben estar atentos y preparados para un posible incremento de la demanda. Esto incluye el fortalecimiento de la atención primaria y hospitalaria, así como la implementación de estrategias para contener la transmisión en centros médicos y residencias.
- **Aumento de la vacunación**: La SEMG insta a incrementar la cobertura de vacunación contra la gripe, el COVID-19 y el VRS, enfocándose especialmente en grupos de riesgo como ancianos, personas con enfermedades crónicas y lactantes. La inmunoprofilaxis del VRS en lactantes es vital para disminuir complicaciones graves.
- **Vigilancia epidemiológica**: Es fundamental la notificación y el análisis de casos inusuales o graves de infecciones respiratorias, incluyendo la vigilancia del posible brote de influenza aviar. La SEMG aconseja el uso de herramientas como el Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas (SiVIRA) para monitorizar la evolución de estos virus en el país.
- **Medidas de prevención comunitaria**: Se recuerda a la población mantener hábitos saludables y preventivos, como el uso de mascarillas en lugares concurridos, el lavado frecuente de manos y el aislamiento ante síntomas de infecciones respiratorias.
Desafíos para el sistema de salud
El incremento de las demandas sanitarias no solo impacta a los pacientes, sino también al personal médico. Es crucial proteger a los profesionales a través de la vacunación y el acceso a equipos de protección personal. También se deben robustecer los recursos humanos y logísticos para garantizar la calidad en la atención.
Mirada a largo plazo
La SEMG enfatiza la necesidad de un enfoque sostenible en la gestión de infecciones respiratorias, impulsando la investigación de nuevos métodos diagnósticos y tratamientos antivirales. La colaboración entre distintas entidades es esencial para establecer protocolos que se adapten a las necesidades cambiantes de la población.
Conclusión
Las recomendaciones de la SEMG resaltan un enfoque coordinado y proactivo frente a la co-circulación de infecciones respiratorias. La vacunación, la vigilancia epidemiológica y los planes de contingencia son esenciales para mitigar el impacto de estas enfermedades en la salud pública. En este contexto incierto, seguir estas recomendaciones podría ser la clave para evitar un colapso en el sistema de salud y garantizar su eficacia ante los retos venideros.