Cinco claves para los inversores ante las elecciones en EE.UU.
2024-11-04
Autor: Manuel
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, programadas para el 5 de noviembre, generan una mezcla de nerviosismo y expectación entre los inversores en todo el mundo. Este evento no solo tiene repercusiones locales, sino también un impacto significativo en los mercados globales. Históricamente, las elecciones suelen provocar movimientos volátiles en la bolsa, aunque sus efectos suelen ser de corto plazo. Recordemos que George W. Bush enfrentó la crisis de la burbuja puntocom durante su primer mandato, mientras que Barack Obama asumió en medio del colapso de Lehman Brothers, demostrando cómo las circunstancias económicas pueden influir en el clima electoral.
Un horizonte incierto
Las elecciones de este año son descritas por Citi como las más disputadas en medio siglo. Donald Trump llega a la contienda con una leve ventaja, y un potencial 'barrido republicano' en el control de las Cámaras podría ser el resultado más favorable para los mercados. Sin embargo, la otra opción, que Kamala Harris salga vencedora en un Congreso dividido, también es muy plausible. Esto traería consigo la posibilidad de que los republicanos mantuvieran el Senado, limitando así la capacidad legislativa de Harris.
François Rimeu, estratega senior, advierte que es prematuro asumir que Trump asegurará la victoria. La diferencia en los estados clave es mínima, y las encuestas del pasado han demostrado ser poco fiables. Por ejemplo, en 2020, Biden partía con una ventaja de 12 puntos que se redujo a solo 4 al final.
La incertidumbre del resultado podría llevar a un aumento en la volatilidad del mercado. Yves Bonzon de Julius Baer considera que un resultado extremadamente cerrado podría desencadenar impugnaciones y dificultades legales, lo que complicaría aún más el panorama.
Lecciones previas y expectativas
Analizando tendencias históricas, algunos inversores observan que el comportamiento del S&P 500 podría ser un predictor. Cuando el S&P sube entre julio y octubre, como ha sido el caso este año, se ha visto un triunfo del partido gobernante en varias ocasiones. Además, el índice de Misery, que combina la tasa de desempleo e inflación, ha mostrado una tendencia a la baja bajo la administración de Biden, favoreciendo también a los demócratas.
En contraste, cifras de Pimco indican que los índices de bonos y acciones previos a las elecciones no siempre son representativos del desempeño posterior. Por ejemplo, entre 1992 y 2020, en el 50% de los casos los mercados cayeron tras las elecciones.
¿Trump y un rally en la bolsa?
La mayoría de los analistas cree que, de ganar Trump, se produciría un rally en la bolsa impulsado por expectativas de recortes de impuestos. La reducción del impuesto de sociedades que propuso en su mandato anterior ayudó a que el S&P creciera casi un 60%. Sin embargo, sus propuestas de aumentar los aranceles —más del 10% para la mayoría de las importaciones y hasta un 60% para productos provenientes de China— podrían generar presiones inflacionistas.
Si bien este proteccionismo podría beneficiar a algunas compañías estadounidenses, también podría complicar la situación inflacionaria y obstaculizar una posible reducción de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Instituciones como Bank of America y Citi han empezado a aconsejar a sus clientes que vendan acciones si se produce un rally bursátil tras una victoria de Trump, indicando que los impactos económicos podrían ser adversos.
Incertidumbre en la deuda soberana
En medio de estas expectativas, el rendimiento de los bonos estadounidenses a diez años ha aumentado, sugiriendo una mayor prima de riesgo en caso de una clara victoria de Trump. La interpretación es que, si Trump gana, esto podría ser bueno para la renta variable pero dañino para los bonos del Tesoro, y viceversa si Harris triunfa.
Además, a un día de las elecciones, se anticipa que la Reserva Federal se reúna, donde podría haber un recorte de tipos, pero los analistas indican que el mensaje podría ser uno de cautela, resaltando la importancia de la estabilidad económica. En este sentido, se espera que la clave está en que los resultados electorales no solo definirán el presente inmediato del mercado, sino que también podrían tener repercusiones a largo plazo en la economía global.