Las autoridades rusas han dado la alarma este sábado, 4 de enero de 2024, tras el derribo de dos drones ucranianos cerca de San Petersburgo, lo que llevó al cierre temporal del aeropuerto de la ciudad para evitar cualquier incidente con vuelos civiles. Aunque el comunicado oficial no especificó las razones del cierre, el gobernador de la región de Leningrado había señalado previamente la presencia de drones ucranianos sobre su territorio.

El regulador de aviación de Rusia, Rosaviatsia, informó que, a partir de las 07:45 hora de Moscú (04:45 GMT), se implementaron restricciones en el aeropuerto Pulkovo, donde no se permitieron despegues ni aterrizajes. A medida que se desataba la tensión, el gobernador de Leningrado, Alexandr Drozdenko, confirmó la destrucción de los drones en la zona de Luga Bay, aunque aseguró que no hubo víctimas ni daños en la tierra.

Curiosamente, el Ministerio de Defensa ruso reveló que, en total, fueron neutralizados 16 drones ucranianos la noche anterior, lo que genera interrogantes sobre la capacidad defensiva del país en este conflicto en expansión. Drozdenko enfatizó que la seguridad de los vuelos es la "prioridad" número uno y que el personal aeroportuario está tomando todas las medidas necesarias para salvaguardar esta seguridad.

Este episodio se produce en un contexto alarmante, ya que un incidente reciente involucró un vuelo de Azerbaijan Airlines que se estrelló en Kazajistán después de no poder aterrizar en Grozny, Rusia, debido a la ofensiva de drones ucranianos. Este accidente, que culminó con la trágica pérdida de vidas, pone de relieve los riesgos asociados al conflicto armado en la región.

Rosaviatsia finalmente declaró que, tras tres horas de alerta, el aeropuerto de San Petersburgo reanudó sus operaciones, pero la creciente amenaza de los drones ucranianos plantea dudas sobre la estabilidad en el área. ¿Estamos ante una nueva fase del conflicto? ¿Qué otros incidentes están por venir?