¡Ciberataques, inclusión de mayores y el futuro del efectivo en Europa!
2024-11-03
Autor: Marta
En la actualidad, la mayoría de los ciudadanos ya prefiere pagar con tarjeta, móvil o incluso mediante Bizum. Sin embargo, la pandemia ha acelerado la digitalización de los pagos, haciendo que sean más rápidos y fluidos, pero también más vulnerables a ciberataques y otros riesgos. Un aspecto alarmante es que algunos sectores de la población, especialmente los mayores y los más vulnerables, no tienen acceso a estos servicios digitales o les resulta complicado utilizarlos, lo que los deja en una situación de marginalidad financiera.
La tendencia hacia un mundo sin efectivo está suscitando reacciones en varios países europeos. Noruega, por ejemplo, ha comenzado a obligar a los comercios a aceptar efectivo, lo que también ha sido adoptado por Finlandia, Países Bajos, Letonia y Polonia. En Suecia, un país con 10 millones de habitantes, un millón de personas enfrenta la exclusión digital, de las cuales más de 300,000 son mayores de 65 años que dependen de los pagos en efectivo porque muchos comercios no aceptan tarjetas.
La situación de 'cash free' (libre de efectivo) se ha propagado en Suecia desde 2008, cuando se adoptó la digitalización del sistema de pagos. Sin embargo, esta digitalización expone a la población a ciberataques y a problemas en la red eléctrica y las comunicaciones, según Christina Wejshammar, jefa del departamento de pagos del Banco Central sueco. Desde la invasión de Ucrania por Rusia, las preocupaciones sobre la ciberseguridad han crecido, lo que ha llevado a Suecia a fortalecer su defensa civil, incluyendo la necesidad de mantener métodos de pago accesibles en situaciones de crisis.
A medida que el uso de efectivo disminuye, el gobierno sueco trabaja en un proyecto de ley que se presentará el 15 de diciembre, el cual busca proteger el uso del dinero en efectivo. El proyecto también contempla que productos básicos como alimentos y medicamentos, además de servicios públicos como el transporte, puedan abonarse en efectivo. Actualmente, solo el 7% de las oficinas bancarias acepta recoger efectivo de las tiendas, lo que agrava el problema.
Mientras tanto, en España, la situación es crítica. Un 2% de la población carece de acceso fácil al efectivo debido al cierre de sucursales bancarias, y este porcentaje podría aumentar al 5% para el año 2025, dejando a cerca de tres millones de personas en riesgo de exclusión financiera, según Denaria, una plataforma que busca garantizar la aceptación del efectivo y su acceso universal.
La realidad es que, aunque la digitalización de los pagos ha traído comodidad, es esencial no olvidar la importancia del efectivo para garantizar la inclusión financiera, especialmente para aquellos que, por razones de edad, situación geográfica o vulnerabilidad, aún dependen de él. Es hora de que la sociedad tome conciencia y abogue por un equilibrio entre la modernidad y la tradición, protegiendo a los más vulnerables en este mundo digital. ¡El futuro del efectivo está en juego!