
"¡China no se rendirá!" La furiosa respuesta de Pekín ante la amenaza de Trump de un 50% de aranceles adicionales
2025-04-08
Autor: David
China ha dejado claro que no cederá ante las amenazas del presidente Donald Trump de imponer un arancel adicional del 50% a los productos importados desde el país asiático. En medio de un clima de creciente tensión comercial, el Ministerio de Comercio de China afirmó que tomaría "contramedidas" decisivas si EE.UU. continuara con su estrategia de imponer aranceles.
Trump, en un comunicado reciente, instó a Pekín a revertir sus planes de aplicar un arancel de 34% a los productos estadounidenses. De no hacerlo, advirtió que las tarifas hacia ciertos productos chinos podrían elevarse dramáticamente a un total del 104%. La respuesta de China fue contundente: "China peleará hasta el final", enfatizando su determinación en mantener su posición frente a la "extorsión" del gobierno de Trump.
En una crítica directa a las políticas de Estados Unidos, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China comparó las tácticas de Trump con prácticas de intimidación unilaterales, argumentando que no se trataba de una forma legítima de diplomacia. Además, se burlaron de las afirmaciones de Trump respecto a que sus aranceles eran "recíprocos", calificándolos de "sin fundamento".
Para reforzar su postura, Pekín incluso desempolvó un discurso de 1987 del entonces presidente Ronald Reagan, en el que advertía sobre las consecuencias negativas de los aranceles en la economía estadounidense, destacando que estas políticas podrían dar lugar a represalias y perjudicar a la economía doméstica.
Con las tensiones aumentando, varias empresas estatales chinas han decidido intervenir en los mercados financieros, apoyando una recuperación tras la caída de los mercados por la incertidumbre en las relaciones comerciales. Por su parte, el ente regulador financiero de China planea aumentar la inversión de fondos de seguros en la bolsa, lo que parece haber impulsado este martes a las bolsas de valores asiáticas, al menos temporalmente.
Los analistas prevén que China no tiene intención de retractarse, ya que no quiere mostrarse débil en el escenario internacional. Sin embargo, enfrentan un panorama complicado: una economía desacelerada y un sector de exportaciones que podría verse severamente afectado por los nuevos aranceles propuestos.
A medida que la situación evoluciona, Trump ha dejado abierta la posibilidad de negociar con otros países, pero ha sido claro en que no está considerando detener los nuevos aranceles impuestos. La tensión entre las dos superpotencias demuestra que esta guerra comercial no muestra señales de amainar, y el mundo permanece atento a cómo se desarrollará esta disputa que tiene implicaciones para la economía global.
El dilema ahora es evidente: ¿quién cederá primero? Tanto EE.UU. como China tienen mucho en juego, y la decisión que tomen podría afectar a incontables industrias y mercados. Con cada nuevo paso que den, la economía mundial estará en la cuerda floja.