Desde hace tres días, Valencia se encuentra sumida en el desorden total, con sirenas de ambulancias y coches de bomberos resonando incesantemente por toda la ciudad. La situación, que comenzó cuando impactó una DANA el pasado martes, ha dejado a cientos de viajeros atrapados en la estación de alta velocidad Joaquín Sorolla, sin poder escapar de la capital valenciana.

Los intentos de los pasajeros por regresar a sus destinos se ven frustrados por la falta de operaciones ferroviarias. "Mi vuelo sale de Barajas hacia Venezuela el lunes, pero llevo dos días con el billete aplazado. Ahora un vuelo Valencia-Madrid cuesta hasta 900 euros y es casi imposible llegar al aeropuerto de Valencia", relataba angustiada una mujer en la larga fila de reclamaciones de Renfe.

Según el ministro de Transportes, Óscar Puente, las líneas de tren Valencia-Madrid no volverán a funcionar hasta dentro de tres semanas, tras los daños severos en la infraestructura ferroviaria, especialmente dentro del túnel de Chiva y el AVE en Torrent, que está completamente inundado.

Además, las operadoras de trenes, Renfe, Iryo y Ouigo, habían vendido más de 100,000 boletos para este puente de Todos los Santos, pero la movilidad de taxis en la estación es escasa, con tan solo media docena disponibles. Los viajes de negocio y la llegada de turistas están congelados hasta finales de noviembre.

Las rutas hacia Barcelona y Alicante están también paralizadas, esperando que las lluvias cesen y permitan la operación segura de los trenes. La situación es crítica, ya que incluso se ha emitido una alerta roja en Castellón, donde se prevén más lluvias.

En un giro inesperado, muchos pasajeros decidieron optar por coches de alquiler para salir de la ciudad. “Venimos de vacaciones desde Suecia y tenemos un vuelo el sábado. Encontramos un coche de alquiler, pero ahora son escasos”, decía otra familia atrapada en la estación. “Vamos a intentar llegar a Madrid por Teruel, otros están buscando rutas alternativas. No sabemos qué será más seguro”, añadió esta madre con un tono de desesperación.

Los problemas no solo son en las vías del tren; las carreteras de Valencia han sufrido daños significativos. La A-7, en particular, ha colapsado en un punto crítico entre Quart de Poblet y Torrent, y las autoridades ya trabajan con rutas alternas a través de la V-30 y V-31, limitando la velocidad a 40 km/h.

El ministro Puente hizo un llamado a la responsabilidad a todos los ciudadanos, advirtiendo que cualquier desplazamiento innecesario podría complicar más la situación. "Hay muchas personas todavía atrapadas en sus vehículos”, subrayó.

El aeropuerto de Valencia se mantiene activo con 234 vuelos programados para hoy, y es crucial que los pasajeros contacten con sus respectivas aerolíneas para verificar el estado de sus vuelos y la situación de las carreteras.

Valencia vive un verdadero caos, y la angustia de los viajeros atrapados continúa aumentando. La incertidumbre y el miedo a quedar varados por más tiempo acechan a los que esperaban un viaje sin contratiempos. ¡No te pierdas la evolución de esta historia dramática!