La NBA se encuentra en medio de una tormenta de emociones y rivalidades explosivas en estas semanas. Tras el impactante enfrentamiento entre Jusuf Nurkic y Naji Marshall durante el partido entre Suns y Mavericks, anoche se desató un verdadero tumulto en el encuentro entre los Houston Rockets y Miami Heat, que culminó con la victoria del equipo de Florida (100-104.)

La chispa que encendió el conflicto sucedió a tan solo 35 segundos del final del partido, cuando Amen Thompson, de los Rockets, y Tyler Herro, de los Heat, comenzaron a enfrentarse mientras los Heat estaban liderando el marcador (94-99). Thompson sujetó a Herro por la camiseta y lo empujó, lo que deslumbró a los seguidores con una verdadera pelea que involucró a árbitros, jugadores y personal de ambos equipos.

En un giro inesperado, no solo los protagonistas de la disputa fueron expulsados. Ime Udoka, el entrenador de los Rockets, y Jalen Green, junto con el técnico asistente Ben Sullivan, también fueron excluidos del partido. Desde el lado de los Heat, Terry Rozier fue el otro jugador que recibió la tarjeta roja. Las tensiones aumentaron cuando Green y Rozier intensificaron el altercado, mientras que Sullivan fue sancionado por comentarios antideportivos.

Antes de esta explosión de violencia, Fred VanVleet también había sido enviado a las duchas por un ligero empujón a un árbitro debido a su desacuerdo con una violación de cinco segundos por retener el balón.

La sorpresa fue que Dillon Brooks, conocido por ser uno de los jugadores más duros de la NBA, no también fue expulsado. De hecho, Brooks se destacó en el lado ofensivo, aportando 22 puntos con un 5/12 en triples, mostrando su habilidad en el campo a pesar del caos.

En un intento de avivar aún más la situación, Tyler Herro habló con la prensa en el vestuario, haciendo comentarios incendiarios. "¿Sabes lo que pasa cuando alguien está anotando, repartiendo asistencias y haciendo todo? ¡Yo también me volvería loco!", afirmó Herro, quien fue el máximo anotador de los Heat con 27 puntos en un encuentro en el que Jimmy Butler no pudo jugar.

"Solo son dos competidores enfrentándose y disfrutando del baloncesto", agregó, al tiempo que se dirigía a Thompson diciéndole que se fuera a casa. Ahora todos están atentos a qué decisiones tomarán los comisionados de la liga, ya que se acerca un carrusel de suspensiones que promete sacudir aún más la dinámica de una NBA que se va calentando a medida que finaliza 2024.