El ejército israelí ha desatado una ofensiva sin precedentes sobre Ciudad de Gaza, la cual ha sido bombardeada intensamente mientras las tropas avanzan por las calles, provocando una oleada de pánico entre los residentes que buscan escapar a toda costa.

Las escenas son desgarradoras: interminables columnas de palestinos se desplazan hacia el sur. Muchos lo hacen en carros tirados por burros, algunos en carretillas, otros simplemente a pie, cargando lo poco que les queda.

"El bombardeo ha sido demencial"

Ghazi al-Aloul, un palestino que se ha visto obligado a dejar la casa donde buscó refugio tras huir del norte de Gaza, describe la situación como un "infierno". Ha encontrado protección temporal en la entrada de un hospital local después de recibir una llamada de un oficial israelí que le exigía evacuar inmediatamente.

Por su parte, Lina al-Maghrebi, madre de tres hijos, relata su desesperación al tener que vender sus joyas para poder costear su huida. Su viaje a Jan Yunis duró diez horas y le costó 3.500 shekels (aproximadamente 850 dólares), atravesando una fila interminable de vehículos atrapados entre el caos.

La difícil decisión de dejarlo todo atrás

Nivin al-Din, madre de cinco, también ha tenido que dejar todo atrás. Su familia se negaba a huir, pero la situación se volvió insostenible cuando aviones israelíes comenzaron a lanzar folletos de evacuación sobre su barrio. "Decidir abandonar todo fue lo más difícil de mi vida", confiesa.

Una ofensiva calificada de genocidio