Este martessos 17 de octubre de 2023, agentes de la Policía Nacional llevaron a cabo la detención de tres menores en el centro de acogida Nueva Esperanza, en Ceuta, después de que se viesen involucrados en una violenta agresión contra dos vigilantes de seguridad que se encontraban trabajando en las instalaciones.

El siniestro ocurrió alrededor de las 10:30 horas, cuando una pelea entre varios menores, desencadenada por uno de ellos, terminó con dos vigilantes heridos. Además, una trabajadora del centro sufrió un ataque de ansiedad debido a la tensión del momento. Todos los involucrados, incluidos los menores, fueron trasladados al Hospital Universitario para recibir atención médica y evaluación de sus heridas.

Los incidentes en este centro no son nuevos; en las últimas semanas ha habido una serie de altercados que han generado preocupación entre los trabajadores. En una jornada anterior, un menor estaba siendo atendido por un problema de salud, pero al salir de la consulta médica, decidió escapar, lo que alarmó a sus cuidadores. Cuando finalmente regresó al centro, requería medicación, pero no la había recibido, lo que desencadenó una crisis de ansiedad en el joven. En un intento por ayudarlo, uno de los vigilantes resultó herido levemente al intentar evitar que el menor se autolesionara.

La situación se tornó caótica cuando más menores se unieron al enfrentamiento, y los trabajadores del centro se vieron obligados a pedir ayuda a la Policía Nacional debido a la incapacidad de controlar a los jóvenes. Los agresores no solo atacaron físicamente a los vigilantes, sino que también lanzaron insultos y expresiones denigrantes hacia el personal.

Cuando la policía llegó, los vigilantes ya habían sufrido lo suficiente; dos de ellos requirieron atención médica y fueron enviados al hospital junto a una trabajadora afectada por el altercado. En cuanto a los tres menores, sólo uno presentó evidentes contusiones, mientras que los otros dos fueron detenidos por agresiones a los vigilantes.

Este incidente resalta la creciente necesidad de mejorar la seguridad y las condiciones en los centros de acogida de menores en Ceuta, donde los empleados, muchas veces, se sienten desbordados ante situaciones de crisis que comprometen su integridad y la de los jóvenes. La comunidad local exige respuestas adecuadas y protocolos más estrictos para evitar que episodios de esta magnitud se repitan en el futuro, mientras que familiares de los menores piden un tratamiento más humano y adecuado para los vulnerables. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué medidas se pueden implementar para proteger tanto a los trabajadores como a los menores en riesgo?