Tecnología

Cambié mi iPhone 11 Pro por el nuevo iPhone 16: ¿Una decisión acertada?

2024-09-21

Después de mucho pensarlo, llegó el momento de actualizar mi smartphone. Este año tomé la decisión crucial de dejar atrás mi iPhone 11 Pro y optar por el iPhone 16, específicamente la versión estándar, no la Pro. Pese a dudar entre otras opciones, como el Pixel 9, al final, elegí quedarme en el ecosistema de Apple. Mis motivos para hacer este cambio se resumen en la necesidad de mejorar la cámara y aprovechar las nuevas funcionalidades sin tener que pagar la prima adicional de 200 euros que costaba el modelo Pro.

Una de las principales razones de mi cambio fue la salud de la batería de mi iPhone 11 Pro que ya estaba en un 72%. Esto significaba que debía cargarlo más de lo que quisiera, además de que el rendimiento ya no estaba a la altura para algunos juegos o tareas exigentes. La cámara también se había quedado atrás, especialmente en fotografía nocturna.

La transición al iPhone 16 ha sido impresionante. Si bien estéticamente el diseño puede gustar o no, el paso a un conector USB-C es un gran alivio y la pantalla ha crecido de 5,8 pulgadas a 6,1 pulgadas, lo cual mejora significativamente la experiencia al jugar o consumir contenido. Además, los altavoces son mucho más potentes, con una calidad de sonido considerablemente mejorada, que realza la experiencia al ver videos o jugar.

Otro aspecto sorprendente es el rendimiento térmico del nuevo dispositivo; aunque se calienta durante la carga, el sistema de disipación trabaja eficazmente para mantenerlo en temperaturas óptimas. Respecto a la multitarea, la fluidez es evidente gracias al chip A18, aunque se siente una diferencia respecto a la pantalla de 120 Hz del anterior modelo Pro.

Pero lo más notorio ha sido la cámara. Si bien mi iPhone 11 Pro todavía ofrecía fotos increíbles en exteriores, la capacidad del iPhone 16 para manejar condiciones de luz complicadas, especialmente en interiores, es notable. Aun cuando en condiciones óptimas las fotos del 11 Pro parecían más naturales, el nuevo modelo es más versátil y ofrece nuevos estilos de fotografía que permiten personalizar las imágenes, un gran avance para los amantes de la fotografía móvil.

Considero que cambiar de un iPhone 11 Pro al iPhone 16 ha sido una decisión acertada, sobre todo por el soporte a largo plazo que ofrece el nuevo chip, las innovaciones en la cámara y las mejoras en el consumo multimedia. Al final, tengo más que ganar que perder con esta actualización. Si estás en la misma encrucijada, te animo a que lo consideres. ¡La tecnología avanza y es un buen momento para dar el salto!