La Comisión Europea ha elevado su previsión de crecimiento para España, situada ahora en un optimista 3% para este año, tres décimas más de lo que había anticipado el propio Gobierno español. Esta noticia llega en medio de un clima económico incierto en Europa y coloca a España como la economía de la eurozona que más rápido crece, superando con creces la media europea, que está en un modesto 0,8% para 2024 y 1,3% para el año siguiente.

¿Sabías que Polonia también comparte esta buena fortuna, proyectando un crecimiento del 3% este año? Se espera que continúe su aumento hasta un 3,6% y 3,1% en los siguientes años. Sin embargo, Alemania enfrenta un panorama más sombrío, con una contracción del 0,1% prevista para 2024, y un crecimiento tímido del 0,7% y 1,3% en los años siguientes. Por su parte, Francia anticipa un aumento del 1,1% este año, mientras que Italia crecería un 0,7%.

La Comisión Europea subraya que la actividad económica en España se ha mantenido robusta, impulsada por un consumo fuerte y un notable repunte en la actividad turística. Se destaca que en el segundo trimestre del año, la economía española creció ocho décimas, lo que ha influido en esta revisión al alza de las previsiones.

No obstante, existen riesgos asociados a fenómenos climáticos recientes, como las inundaciones en la Comunidad Valenciana, que podrían tener un costo significativo. El Comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha reconocido que las consecuencias macroeconómicas de estas tragedias son difíciles de medir y que, aunque a corto plazo pueden ser negativas, a medio plazo a menudo llevan a un 'impacto positivo' debido a la reconstrucción.

En cuanto a las proyecciones del déficit público, Bruselas confía en que España cerrará el año en un 3%, cumpliendo con lo estipulado en las normativas de estabilidad a las que se ha vuelto a adherir después de unos años de suspensión. Esto ocurre justo después de haber sido liberada de un posible procedimiento por déficit excesivo, gracias a sus previsiones adecuadas.

Sin embargo, el escenario del déficit para los próximos años es más complicado. El Gobierno español espera reducir el déficit al 2,5% en 2025 y al 2,1% en 2026, aunque la Comisión Europea proyecta cifras ligeramente superiores, con un aumento a 2,6% y 2,7% respectivamente.

Asimismo, se prevé una reducción significativa en la deuda pública española, aunque esta seguirá muy por encima del límite establecido del 60%. Se estima que la deuda finalizará este año en un 102,3%, con perspectivas de descenso a 101,3% y 101,1% en 2025 y 2026.

Por otro lado, la inflación en España se mantendrá por encima de la media de la eurozona, que se sitúa en 2,4% para 2024. La previsión en España es un repunte al 2,8% este año, disminuyendo gradualmente al 2,2% y luego al 2% en 2025 y 2026.

A pesar de las buenas noticias, Gentiloni ha indicado que España seguirá teniendo la tasa de desempleo más alta de la UE, con un pronóstico del 11,5% para el final de este año y una ligera disminución al 11% en 2025 y al 10,7% en 2026. Este contexto económico revela tanto oportunidades como desafíos significativos para el país en los próximos años.