Bertín Osborne aún no se encuentra con Gabriela Guillén, pero afirma que conoce a su hijo: "Se parece muchísimo a mí"
2024-09-27
Autor: Marta
Bertín Osborne, el famoso cantante y presentador de televisión de 69 años, ha admitido que tiene un hijo con Gabriela Guillén, de 32 años, a través de un comunicado conjunto. Sin embargo, la relación entre la expareja sigue distante, y en los últimos meses, Guillén ha hecho comentarios críticos sobre Osborne a través de diversos medios de comunicación.
Recientemente, la revista Diez Minutos publicó en su portada que el artista ya había conocido al bebé. Sin embargo, Gabriela se apresuró a desmentir esta afirmación. Horas después, Bertín salió a aclarar el asunto, asegurando que efectivamente ha visto al niño: "Sé perfectamente cómo es. Se parece muchísimo a mí". No obstante, el presentador no especificó si lo había visto en persona o solo a través de alguna fotografía.
En sus declaraciones, Bertín mostró reticencia a hablar sobre su relación con el pequeño, y explicó que su actitud se debe a un intento de proteger la privacidad del niño: "Hay terceras personas y un menor involucrado, no quiero especular con eso. El día de mañana, cuando vaya al colegio o por la calle, podría escuchar cosas que no le gusten. Quiero llevar esto en la mayor privacidad posible, y cualquier acción que debamos tomar la haremos sin hacerla pública".
Además, Bertín reveló que su reciente preocupación por el bienestar del niño refleja un cambio significativo en su enfoque hacia la paternidad. Ha pasado de una actitud distante a asumir un rol más protector, preocupado por las posibles repercusiones que la atención mediática pueda tener en el niño. "No quiero que esto se vuelva en contra de él ni tampoco en contra mía en el futuro", afirmó.
La historia tras la relación entre Bertín y Gabriela sigue generando interés mediático, y muchos se preguntan si alguna vez podrán reconciliar sus diferencias por el bien de su hijo. Mientras tanto, las explicaciones de Osborne sugieren que está dispuesto a asumir la responsabilidad que conlleva la paternidad, aunque lo haga desde la sombra, lejos de los flashes de las cámaras.