Benjamín Netanyahu, el Primer Ministro de Israel, prometió contundentes represalias contra los rebeldes hutíes de Yemen luego de que estos lanzaran un misil que impactó en Tel Aviv, causando heridas a 16 personas y provocando el desplazamiento de muchos ciudadanos. Esta agresión, que tuvo lugar el sábado, fue caracterizada por Netanyahu como un ataque de un "último brazo del eje del mal de Irán".

"Actuaremos con fuerza, determinación y sofisticación contra los hutíes, tal como lo hemos hecho anteriormente con otros grupos terroristas relacionados con el régimen de Irán", afirmó Netanyahu en un video que se volvió viral momentos después de su publicación.

Este ataque no fue un hecho aislado, sino el segundo en una semana, lo que destaca la creciente tensión en la región desde el estallido de la guerra en Gaza a raíz del devastador ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre de 2023. Los hutíes, quienes se autodenominan defensores de los derechos palestinos, son respaldados por Irán, lo que complica aún más la situación geopolítica en el Medio Oriente.

En respuesta al ataque hutí, se informó que Estados Unidos llevó a cabo bombardeos selectivos en Saná, la capital controlada por los rebeldes, destruyendo un centro de almacenamiento de misiles y una instalación de comando. Este bombardeo se produjo horas después del ataque a Tel Aviv y se enmarca en la política estadounidense de apoyo a Israel frente a las amenazas de los hutíes, quienes también han realizado ataques en el Mar Rojo que amenazan las rutas comerciales internacionales.

La gravísima situación se intensificó con la reciente caída de dos pilotos de la Marina de EE. UU. en el Mar Rojo, en un incidente de fuego amigo, mientras que los hutíes proclamaron haber apuntado exitosamente al portaaviones USS Harry S. Truman, aumentando las tensiones en el área.

Además, Israel ha intensificado sus ataques contra objetivos hutíes en Yemen, incluyendo bombarderos de combate que atacaron Saná por primera vez el jueves pasado, poco después de que los rebeldes atacaran una escuela israelí.

Netanyahu, reconociendo el apoyo crucial de Estados Unidos, subrayó que su país "no está solo" en esta lucha, afirmando que otros países también ven a los hutíes como una amenaza no solo para la navegación internacional, sino también para el orden mundial.

En sus declaraciones recientes, Netanyahu dejó claro que los hutíes "pagarán un precio muy alto" por sus ataques, posicionándolos casi como el último bastión del eje del mal de Irán junto con Hamas y Hezbollah, a quienes Israel ha estado combatiendo activamente en un esfuerzo por desarticular las amenazas que enfrenta su soberanía.

La lucha entre Israel y grupos apoyados por Irán, como los hutíes, ha reivindicado numerosos líderes de Hamas y Hezbollah, con la reciente muerte de Yahya Sinwar, el líder de Hamas, indicativa de la estrategia escalonada de Israel para enfrentar estas amenazas. Sin embargo, la guerra también ha llevado a un aumento en las tensiones con la comunidad internacional, a medida que se intensifican los conflictos en una región que ya es vulnerable a la inestabilidad.

A día de hoy, las consecuencias de esta nueva escalada de violencia aún están por verse, mientras el mundo observa una crisis que podría desembocar en un mayor conflicto regional, con Israel y sus aliados decididos a actuar con fuerza y determinación.